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Especial Cambio21. La otra cara de la pandemia: Preocupante aumento de la violencia contra la mujer

Por Catalina Reyes

Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, las cifras de violencia han aumentado de forma alarmante, provocando que el año pasado fueran 58 los femicidios registrados por la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.
 
El año pasado, las cifras de violencia contra la mujer aumentaron en gran parte del mundo. Expertos identifican que esto habría ocurrido producto de distintos factores como la pérdida de redes de contacto, el encierro provocado por las medidas de prevención de covid- 19, entre otros elementos que se vieron tras la crisis sanitaria, económica y social.

Países como Colombia y México resultaron con cifras récord de femicidios en años. Lo cual no es muy distinto al panorama observado en nuestro país si se tiene en cuenta que tan solo en diciembre la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres registró 8 femicidios.

La alarmante situación provocó que desde el comienzo de la pandemia organismos internacionales como ONU Mujeres compartieran campañas, protocolos para prevenir la violencia de género e informar lo que estaba ocurriendo a lo largo del mundo. 

En uno de sus comunicados, dicho organismo señaló que “En ciertos estados de México, las denuncias de casos de violencia familiar han aumentado en un 30%; en Bolivia hubo cuatro femicidios, 1200 casos de violencia y 33 casos de violación a menores de edad; y en Argentina, el promedio diario de consultas a la línea 144 por violencia de género durante la segunda quincena de marzo aumentó en un 39% comparado con los días previos a la pandemia”.

Factores de riesgo

Distintos estudios y organismos han identificado elementos que provocan el aumento de violencia contra la mujer durante esta crisis. Dentro de los que se repiten está la falta de redes de apoyo y contacto, particularmente cuando se aplican medidas como la cuarentena. 

“Se dieron factores que son predominantes para que exista violencia. Hombres sin trabajo, lo cual aumentó y frustración que provoca una crisis económica. Además, la pérdida de redes es un agravante que pone en peligro a las mujeres y empiezan preguntas como ¿A quién recurro si algo me pasa? y por lo general nadie está en conocimiento de la situación en la que se encuentran”, identificó Pía Urrutia, psicóloga clínica con enfoque de género.

Por otra parte, la libertad económica de las mujeres es un factor importante que muchas veces no permite que estas puedan financiar un lugar donde vivir, lo que conlleva a que se vean obligadas a convivir con el agresor. Frente a aquello, distintas organizaciones han criticado la falta de respuestas por parte del gobierno.

Mientras que Urrutia, señala que “Lo que más hemos visto es que en Chile no existe un aparataje estatal que entregue cuidado necesario o asistencia necesaria para las mujeres que se encuentran en una situación de violencia”

Aumento de llamadas de emergencia

Los números de ayuda dispuestos de los distintos organismos resultaron con un aumento de las llamadas de emergencia por violencia doméstica. Por su parte, el fono 1455, Orientación en Violencia contra la Mujer resultó con un incremento del 63% y el 149 de carabineros un 119% en abril con respecto al mes de marzo, previo a la pandemia. Sin embargo, según un estudio del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, las denuncias disminuyeron en un 11%.

La situación fue igual de alarmante en varios países particularmente de América Latina y el Caribe. De acuerdo con ONU Mujeres las denuncias y llamadas de violencia doméstica se dispararon durante el confinamiento, incrementándose en un 35% en Argentina, 40% en Nueva Gales (Australia), 30% en Francia y más de un 30% en Singapur y Chipre.

Asimismo, en el Reino Unido los correos, llamadas y visitas al sitio web de Respect, organización que lucha contra la violencia de género, aumentó en 185%, 97% y 581%.

Dentro de las razones por las cuales se observó un incremento del uso de estas vías, Laura Albornoz, en la foto de arriba, abogada académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile señala se debe a las nuevas limitaciones que presentaron las mujeres. “No era posible salir de casa, ni para acudir a los centros de atención, comisarías y tampoco para presentar denuncias ante el ministerio público. Esto hizo que en un principio fuera muy difícil dimensionar el crecimiento de esta situación, sin perjuicio de que deberíamos haberlo previsto”, dijo Albornoz.

Femicidios

El año 2020 la Red Chilena contra la Violencia hacia las mujeres registró 58 femicidios y tres suicidios femicidas. Cifra que alarma particularmente si se tienen en cuenta que 22 ocurrieron el último trimestre. Los datos preocupan producto del aumento de violencia que comenzó a observarse desde el inicio de la crisis sanitaria.

Además, se debe tener en cuenta que en ⅓ del total de los casos las víctimas habían denunciado maltrato previamente. Junto con esto, un estudio realizado por la Corporación Miles y el Centro de Estudios de la Mujer, indica que de cada tres mujeres sufrió algún tipo de violencia durante la pandemia.

Por su parte, al 9 de enero la Corporación miles ya registra un femicidio.

Cómo enfrentar el año que viene
Mientras no se regrese completamente a la normalidad, el aumento de violencia hacia la mujer continua. De la mano de esto, durante la segunda semana del año ya son varias las comunas que regresan y se encuentran en cuarentena total o durante los fines de semana. Esta medida ayuda a prevenir y disminuir el contagio, pero no es de mayor riesgo para aquellas mujeres que se ven obligadas a compartir con su agresor. 

Por otra parte, la abogada Laura Albornoz cree que es fundamental que se logre oficializar la Ley de Violencia Integral que se encuentra estancada en el Congreso. Aquella conlleva a que se dispongan recursos proporcionales para que en casos de violencia las mujeres puedan hacerse cargo de distintas situaciones. Además, “se pondría a disposición servicios sociales de mujeres que no tienen empleo, que son cabezas de familias y así no tenga que ser como ocurre actualmente que estas mujeres tienen que batirse con sus propios medios”, indicó la abogada.

El soporte económico es aquello que se repite cuando se discute una solución a la violencia que se ha observado en la pandemia. A pesar de que dicho factor inquieta a gran parte de la población, en medio de la incertidumbre se ha visto cómo la falta de recursos afecta aún más a las mujeres.

Tener en cuenta aquello que sucedió el año pasado permite que no se vuelvan a cometer los mismos errores. Algunos de los problemas son identificados como estructurales por las distintas organizaciones de la sociedad civil que buscan proteger los derechos de las mujeres, los cuales buscan ser considerados de forma especial en la creación de la nueva Constitución.