Con el fin de aumentar el flujo de pasajeros y robustecer la economía, La Moneda podría anunciar este fin de semana la reducción de las tasas de embarque, que es el impuesto a los vuelos nacionales e internacionales.
Podría cumplirse así uno de los anhelos de la industria aérea nacional, pues Chile tiene la tercera tasa más alta de Latinoamérica, después de México y Ecuador, que promedian 19.3 y 14.5 dólares, respectivamente, según consignó El Mercurio.
Empresas como JetSmart, Latam y Sky Airlines promueven desde hace años la idea de reducir estos costos, sin éxito por parte de las autoridades.
En junio de 2017, el exministro de Hacienda Rodrigo Valdés descartó la rebaja: “Si queremos tener más y mejores aeropuertos, es importante tener tasas. No es el momento de revisar tasas de embarque”.
No obstante aquello, la administración actual habría estado evaluando tomar esta petición de la industria, para así hacer más dinámico el flujo de pasajeros y estimular la economía.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) sostiene que las tarifas actuales para vuelos domésticos ascienden a 7.592 pesos en terminales de primera categoría, costo que se duplica a 30 dólares (casi 20 mil pesos chilenos) en vuelos internacionales cuyo destino se ubique a más de 500 kilómetros del origen.
Estos montos de impuesto se dividen entre la DGAC, las Naciones Unidas y la promoción turística, donde la primera recibe el 86% de lo recaudado.
La eventual propuesta del Ejecutivo contemplaría una rebaja gradual de la tasa para que llegue hasta el 50% del valor actual en un plazo de ocho años, tanto en vuelos domésticos como internacionales.
Sin embargo, el debate aún está tibio en el Ministerio de Defensa, que defiende el financiamiento de la DGAC a través de este ingreso.