La exsubsecretaria de Salud e integrante de la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación (convocada por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud), Jeanette Vega, comentó acerca de la gestión del Gobierno con respecto al control de la pandemia del coronavirus Covid-19.
A su juicio, el Ejecutivo cometió varios errores para paliar la situación, aunque destacó la llegada de Enrique Paris al Ministerio de Salud.
“Es una buena medida, probablemente un poco tardía porque ya teníamos un ministro que estaba muy agotado, muy golpeado y con muy poca credibilidad. Por lo tanto, era necesario cambiar por una parte al ministro, pero fundamentalmente la estrategia. Sea cual sea el ángulo por donde se mire, uno llega a la conclusión de que la estrategia implementada es un fracaso”, comentó.
La exdirectora de Fonasa, que en su informe anual presentado durante 2019 advirtió que el mundo se enfrentaría a la amenaza real de una pandemia fulminante, detalló las fallas a la hora de combatir la crisis sanitaria.
“El primer error fue esta idea tan temprana de que esto se iba a poder controlar con lo que llamaron cuarentenas dinámicas, sin ninguna evidencia en el mundo de que esto efectivamente pudiera funcionar y en la práctica eso no funcionó. El segundo error, que fue persistente, fue no escuchar a la comunidad científica”, sostuvo.
Vega complementó con que este sector advirtió “desde el primer momento que el camino que estábamos tomando no era el correcto. También está esto de la nueva normalidad y el retorno seguro. En ese minuto hubo un quiebre en la curva y empezó a haber un aumento acelerado de casos”.
Con respecto a las razones por las que el Gobierno no escuchó a la comunidad científica, la exsubsecretaria dijo que “ni yo ni nadie tiene una explicación coherente. Parece bastante poco estratégico no haber escuchado. Este país tiene reconocidos especialistas en salud pública y epidemiólogos de nivel mundial. Finalmente, cuando esta estrategia fracasa, ni siquiera es posible solidarizar en ese fracaso o compartirlo, porque el fracaso de la estrategia tenía nombre y apellido, tenía que ver con que la conducción no era la adecuada“.