Según las cifras que maneja el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, se han entregado 10.803 subsidios a extranjeros en distintos programas habitacionales. La cifra se ha multiplicado rápidamente. En 2016 los beneficios otorgados fueron 482, en 2015 llegaron a 1.673, un monto cuatro veces mayor. Así lo refleja un estudio de Fundación Vivienda que basó su análisis en el Censo de 2017.
Según los datos, los extranjeros representan el 12,8% de la población que no cuenta con casa propia. De ellos, 27 mil familias viven como "allegados", 10 mil núcleos están "hacinados" y más de 8 mil grupos familiares habitan en inmuebles calificados como "irrecuperables".
De acuerdo a la encuesta Casen 2015, 44,5% de los extranjeros que han accedido a un subsidio lo hicieron al de Sectores Medios, 20% al del Fondo Solidario de Elección de Vivienda, 21% al de Protección del Patrimonio Familiar y 14% al Programa de Subsidio de Arriendo.
Dicha medición contabilizaba 465 mil extranjeros en Chile, pero la cifra más reciente del Gobierno se eleva a 1.119.267 migrantes.
"El problema que tienen los migrantes es compartido con muchos chilenos: en las ciudades donde están las oportunidades laborales no existe una oferta habitacional transitoria digna a un precio razonable", explica a Emol el investigador asociado del Programa Interdisciplinario de Estudios Migratorios de la U. Alberto Hurtado, Pablo Valenzuela.
"La situación se agudiza para los extranjeros porque no cuentan con los requisitos habituales que se pide a las personas en el mercado formal de arriendo, como antecedentes bancarios, contratos de trabajo o comprobantes de ingreso", cuenta Valenzuela.