Los tres exCarabineros, un teniente y dos suboficiales, fueron inmediatamente separados de la institución y se encuentran en estos momentos en prisión preventiva.
Según el detalle de la investigación, los hechos iniciaron el 10 de mayo cuando el teniente de iniciales S.I.G., de la Cuarta Comisaría de Iquique, participó de un procedimiento de microtráfico donde le habrían sustraído su teléfono celular.
Tras la sustracción de su celular, el teniente se contactó con dos sargentos, que iniciaban su turno de patrullaje, a quienes le comentó que un sujeto de nombre “Camilo” le habría robado el aparato y quien conocía de su paradero era un hombre apodado “El Chubi”, al que encontraron en el sector de Los Prunos con Las Rosas.
En dicho lugar y luego de no conseguir la información del paradero de “Camilo”, los funcionarios de Carabineros decidieron, por venganza, atribuirle el falso delito de porte de arma cortopunzante a “El Chubi”, falsificando las actas de incautación del arma, fijación fotográfica, declaración de un funcionario y el respectivo parte policial.
Con tales antecedentes salieron en la búsqueda de “Camilo”, a quien ubicaron en la madrugada del 11 de mayo en Genaro Gallo con Manuel Plaza, lugar donde le exigieron la entrega del celular y de no hacerlo, amenazó con que lo iba a “cargar” con un delito para dejarlo encarcelado.
Pese al desconocimiento del acusado respecto del paradero del celular, el funcionario insistió en su amenaza de “cargarlo” con bombas molotov, delito que quedó registrado en el parte policial por el que el Tribunal de Garantía de Iquique procedió a decretar su prisión preventiva.
La irregular situación fue informada por la autoridad de Carabineros de la zona al fiscal Guerrero, quien relató que en ese momento “se inició una investigación con la Brigada de Delitos Económicos de la Policía de Investigaciones, obteniendo diversas pruebas de los hechos, en especial, las declaraciones de otros funcionarios de Carabineros que formaban parte de las patrullas de los imputados quienes confirmaron cómo sucedieron los hechos; las cámaras de seguridad de la misma comisaría donde se ve que los imputados sacan desde otro sector la bolsa que contendría las botellas con bencina y la llevan hasta donde estaba el detenido; y las cámaras de un servicentro donde dos de los imputados se reúnen para acordar lo que debían decir antes de ser entrevistados por asuntos internos de Carabineros”.
La magistrada Tamara Muñoz acogió la solicitud de la Fiscalía y decretó prisión preventiva para los tres imputados, dado que su “libertad es un peligro para la realización de las diligencias de investigación y para la seguridad de la sociedad”, considerando la gravedad de los hechos, decretando ayer un plazo de 90 días para realizar la investigación del caso.