Fue en octubre, específicamente el viernes 11, cuando Uber remeció el mercado y anunció la adquisición de la chilena Cornershop, operación en la cual la gigante del transporte pretende desembolsar US$450 millones para quedarse con el 51% de la firma dedicada a la compra y entrega de productos de supermercados.
Tras ello, rápidamente comenzaron las gestiones para que el acuerdo se cierre a principios de 2020, y para eso es necesario pasar por un proceso de aprobaciones regulatorias.
Por lo mismo, cuatro días más tarde las partes ingresaron la Notificación que da cuenta a la Fiscalía Nacional Económica (FNE) de este proceso de compra, el cual debe ser aprobado por la entidad que promueve y defiende la libre competencia en todos los mercados o sectores productivos de la economía chilena. La primera notificación fue rechazada por la FNE por declararla "incompleta", al igual que la segunda presentada en el 14 de noviembre.
Pero la tercera fue la vencida, y es que en un nuevo documento presentado por las partes el pasado 29 de noviembre, según la fiscalía, se "subsanaron sus errores u omisiones".
Luego, en su Considerando, la FNE señaló que "de acuerdo a lo indicado por las partes, la Notificación daría cuenta de una operación de concentración de aquellas contempladas en la letra b) del artículo 47 del DL 211 dado que supone la adquisición de derechos por parte de Uber que le permitirían influir decisivamente en la administración de Cornershop".
Así, el pasado 11 de diciembre, el organismo fiscalizador señaló que de acuerdo con el "análisis de los documentos acompañados por las partes en la notificación y sus complementos, es posible concluir que la notificación estaría completa bajo los términos informados".
"En razón de lo anterior, y sin perjuicio de los demás antecedentes e información que durante el procedimiento de investigación pueda requerir esta fiscalía, corresponde iniciar la investigación", concluyó la FNE.
La indagación deberá dilucidar, entre otras cosas, si esta operación afectaría al mercado, en el sentido de si significaría demasiada ventaja sobre la competencia, lo que podría reflejarse en una afectación para los consumidores.
Cabe consignar que hace poco más de un año, fue la gigante estadounidense Walmart la que anunció la compra de la chilena en US$225 millones. Sin embargo, el negocio se cayó, luego de que las autoridades de libre competencia de México cuestionaran la operación.