En la Nunciatura Apostólica, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, leyó una breve declaración respecto a su segunda visita al país, donde nuevamente llegó acompañado del oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu.
A diferencia a la realizada en febrero, el viaje actual incluye una visita a Osorno, donde ayer abandonó la diócesis Juan Barros.
Sin embargo, no aceptó preguntas y fue Cristian Amaya, director de comunicaciones del Arzobispado, quien respondió algunas consultas de los medios. Entre las respuestas, destaca la disposición de pagar indemnizaciones a los afectados, la constitución en la sede de la Nunciatura de una oficina para recibir las denuncias y el apoyo técnico-jurídico a las víctimas.
"Respecto de nuestra misión, buscamos ser un símbolo de la cercanía del Papa con el pueblo de la iglesia en Chile, también prestar ayuda jurídica concreta para la curia diocesana en Chile, para dar respuesta a los abusos cometidos", comentó Scicluna.
Además, aseguró que tiene el "encargo de manifestar la cercanía del Papa con la diócesis de Osorno y su querido pueblo en un contexto de oración celebración escucha y cordialidad".
Scicluna recordó la carta enviada por Francisco donde menciona que busca "apelar a ustedes no es un gesto de buena voluntad. Es invocar la unción que como pueblo de Dios posees (…). Con ustedes se podrán dar los pasos necesarios que sean sanos y a largo plazo". "Gracias por acogernos en esta misión pastoral para seguir trabajando por la justicia en Chile como nos ha pedido el Papa", finalizó.