El intendente de Valparaíso, Jorge Martinez anunció este jueves que presentó una querella contra todos los que resulten responsables de delito durante la organización y realización de la fiesta clandestina de Año Nuevo en Cachagua, incluyendo a los padres que resulten culpables de autorizar la presencia de los estudiantes en el lugar.
Durante esta jornada circuló en redes sociales un video que muestra una concurrida fiesta clandestina en una casa en Cachagua, la que contó con la participación de 200 personas aproximadamente. Los asistentes eran menores de edad y estudian en colegios del sector oriente de la capital, según lo que se indica en los propios registros viralizados.
Además de violar la ley y las medidas sanitarias, circularon audios de participantes de la fiesta en donde se especuló que hubo un asistente con Covid-19 por lo que hay jóvenes a la espera del resultado de los test PCR.
Es por ello, que la querella presentada por el intendente solicita que “se oficie al Ministerio de Salud, para efectos de informar si los partícipes en la presente causa se encontraban diagnosticados de COVID-19 o bajo cumplimiento de cuarentena obligatoria al momento de los hechos, y que en caso de ser efectivo, remita todos los antecedentes”.
En medio de los audios filtrados de redes sociales, una menor de edad justificó los hechos a un asistente y contó como su prima asistió a una misa clandestina en Santiago, donde se dieron la paz y aseguró que todos se contagiaron.
La ocurrencia de fiestas clandestinas además fue duramente criticada por el ministro de Salud, Enrique Paris, durante la entrega del balance del estado de la pandemia en el país, calificando la situación como “un atentado a la salud pública”.