Oh I'm just counting

La importancia de las Acusaciones Constitucionales en democracia. Por Ricardo Hormazábal S. Abogado y ex presidente de la DC

La Cámara de Diputados rechazó una Acusación Constitucional contra el Presidente Piñera gracias a 8 diputados de oposición y el Senado aprobó, por 23 votos a favor y 17 en contra, la Acusación Constitucional contra el ex Ministro del Interior, Andrés Chadwick. Ambos estaban acusados por su responsabilidad en las graves violaciones a los Derechos Humanos producidas a partir del 18 de noviembre de 2019.
 
Me parece injusto atacar a la DC y al PR por la decisión de una minoría de sus parlamentarios de sumarse a la derecha. En todo caso, es otro reflejo de la crisis de los partidos, pero debemos distinguir para no polarizar todo sin bases serias.
 
Tampoco comparto los argumentos respecto que estas acciones le hacen mal a la democracia. La institucionalidad democrática no se debilita por hacer uso de sus mecanismos ni por las opiniones personales dadas con respeto y argumentos. El Senador Andrés Allamand tenía la misma opinión el 2008: “En primer lugar, estimo fundamental dejar sentado que es una falacia sostener que una acusación constitucional pone en riesgo la estabilidad institucional del país” (voto por destituir a la Ministra Yasna Provoste)
 
Con las decisiones adoptadas sólo nos queda como salida a la crisis institucional, la posibilidad de participar en dos plebiscitos y a una elección de una Convención Constituyente para abril del 2019. Por ello quiero aportar algunas reflexiones sobre diversos aspectos humanos, jurídicos y políticos para facilitar un dialogo creativo y para aprender en conjunto cómo funciona el sistema político y que cambios se harían indispensables.
 
El factor humano
 
A mis 73 años tengo claro que las personas debemos ser respetadas en nuestros derechos y compelidas a cumplir con nuestros deberes para preservar y fortalecer una sociedad democrática, solidaria, participativa y pluralista. Sin ser muy beato, me guio por enseñanzas evangélicas como “amar al prójimo como a mí mismo” y “odiar el pecado no al pecador”. Los que me conocen saben que defiendo con pasión y argumentos mis ideas, pero que también, escucho con mente abierta lo que promueven otros y que soy respetuoso de los acuerdos mayoritarios.
 
Me enseñaron que así se podía construir un país para todos. Lo aprendí en mi familia, en la DC y en las organizaciones estudiantiles, sindicales y culturales en que he participado. Con ese espíritu participo en debates y lo seguiré haciendo cuando el tema constitucional esté en las prioridades.
 
La crisis política, moral y económica actual
 
He sido muy crítico de mi partido y los aliados, incluyendo al PC, fuerza política que debería pagar honorarios al Presidente Piñera y a los poderosos, porque los colocan detrás de todas las legítimas demandas sociales. Es un anticomunismo viejo, alejado de la realidad, pero potenciado por conductas ambiguas de ese partido, que no se condicen con la madura respuesta social de muchos de sus militantes. Pero esas consignas aún le sirven a la derecha.
 
Por mis posiciones y la destrucción de la militancia en los partidos, no represento en la actualidad fuerza política alguna, aunque sigo militando en la DC, pero sin participar en sus instancias. Desde hace casi 18 años no ocupo cargo político alguno, pero sí en el mundo social, al que pertenezco. Son los costos de decir lo que se piensa y tratar de vivir como se cree. Los he pagado con gusto y los seguiré pagando.
 
Desde 1990 hasta 1998, integré el primer Senado post dictadura y tuve una relación muy cordial en lo humano y muy franca y frontal en las posiciones políticas, con el entonces senador Sebastián Piñera. Votamos casi siempre distinto, juntos muy pocas veces.
 
Más allá de sus innegables condiciones intelectuales, creo que el Presidente Piñera no ha estado a la altura de su cargo. No basta ser inteligente, se requiere usarla al servicio del país, con vocación de servicio público, privilegiando el Bien Común y, lamentablemente, el Presidente no cree en esos conceptos. Decide supuestamente por algoritmos en muchos ámbitos y se olvida de las exigencias éticas. Penosamente, hoy es posible liderar en nuestro país y ser sancionado por uso de información privilegiada o por no pagar los impuestos o llevar su fortuna fuera de Chile.
 
Espero que el Presidente no siga proclamando guerras y rechace convertirse en instrumento de autoritarismos uniformados o civiles. Si se da cuenta que ya el país ya no le reconoce “la autoritas”, el fermento moral de la autoridad, requisito indispensable para gobernar, espero que no se tiente por la fuerza. Bordaberry sirvió a los uniformados en Uruguay y luego lo echaron.
 
Si no acepta adelantar las elecciones de parlamentarios y de su cargo, lo entiendo y acepto, pero debe apoyar el acuerdo para modificar la Constitución y dar respuestas nuevas a problemas viejos. Los chilenos de clase media no nos merecemos el sistema de AFP, ISAPRES, Colusiones, Finanzas y la cultura de corrupción que nos han impuesto transversalmente.
 
Incluso si quiere postular de nuevo al cargo, que lo haga. Yo defiendo el derecho del pueblo a decidir. En todo caso, jamás me sumaré a maniobras que desconozcan la institucionalidad elegida, a pesar de su creciente pérdida de legitimidad. Las salidas al margen de la institucionalidad son las peores.
 
El ex ministro acusado
 
No soy amigo de Andrés Chadwick. Podría decirse que siempre hemos estado en posiciones distintas. El integró el MAPU, definido entonces como marxista leninista y yo me mantuve en la DC. Él sirvió a la dictadura cívico militar y yo la combatí pacíficamente, sin embargo, mantuvimos una relación mutuamente respetuosa en los años en que fui Senador y Embajador y él Diputado.
 
Creo que su conducta en dictadura fue muy reprochable, con excesos de distinto tipo incluso contra autoridades religiosas, contra Obispos a quiénes los atacó violentamente con objetos contundentes, luego que éstos asistieran a una reunión internacional donde se decía en un informe...que en Chile se violaban los derechos humanos en dictadura. En democracia ha sido injusto, arrogante, incluso agresivo con adversarios e incluso con sacerdotes como el querido Alfonso Baeza, Vicario de la Pastoral Obrera y Social, a quién acusó injustamente de ser protector de terroristas.
 
El doble estándar político
 
El ex Ministro advirtió al Senado, el martes 10 de diciembre, que “se puede estar causando un grave daño a una persona o a su familia sobre las cuales ustedes no tendrán responsabilidades ni controles” Por su experiencia personal Andrés Chadwick sabe que hay graves daños a las personas y a sus familias.
 
Lo sabía entre 1973 y 1989, pero no le importaba, él defendía y promovía la dictadura de Pinochet. También conocía el tema por su experiencia en democracia como diputado y especialmente como Senador. En este último cargo, votó a favor la Acusación Constitucional contra la entonces Ministra de Educación, hoy Senadora, Yasna Provoste.
 
Para él, hoy el Senado debía considerar el daño a su persona y a su familia, pero nada de eso era válido para la Ministra acusada el 2008. Dijo el acusado, en esa ocasión como Senador: “Estamos convocados a cumplir el deber constitucional de pronunciarnos única y exclusivamente, y actuando como jurado y en Derecho, acerca de si la Ministra de Educación es o no responsable de haber infringido la causal del artículo 52, número 2), letra b), de la Carta Fundamental, única por la cual la acusa la Cámara de Diputados. O sea, debemos determinar si cometió o no una infracción constitucional por haber dejado sin ejecución el Texto Fundamental o la ley.”
 
Me molesta esa conducta del acusado, por injusta. Una mujer chilena, honesta y capaz, educadora de corazón, descendiente de uno de nuestros pueblos originarios y acusada por un tema administrativo realizado por terceros, no merecía ese trato y ese castigo. Ah, y un tema no menor. Él fue acusado por violar los Derechos Humanos, Yasna Provoste, jamás.
 
Los 5 años de prohibición de desempeñar un cargo público, afectaron gravemente la vida familiar y profesional de la ex Ministra y actual Senadora, situación que no ocurrirá con el señor Chadwick, vinculado política, familiar y socialmente con gente de mucho poder económico. Incluso es de mal gusto que la defensa del señor Chadwick haga uso de la fundada presentación que Yasna hizo ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por cuanto el acusado, cuando tuvo la oportunidad, se negó a respaldar los cambios legales que permitirían eliminar esa muerte cívica de 5 años para todos. Este es un tema a revisar en la nueva constitución.
 
Como jurado el señor Chadwick razonaba: “Los hechos expuestos dan cuenta de la existencia de un importantísimo desorden administrativo, contable y financiero al interior de la Secretaría Ministerial de Educación de la Región Metropolitana, que ha impedido hasta la fecha la consolidación de las cuentas corrientes bancarias -elemento básico de la administración de un organismo público- a lo menos durante 2004 y 2005”
 
¿Culpable la Ministra por actos de subalternos, administrativos y contables? ¿Y las violaciones a los derechos humanos ejecutados por algunos de los subalternos del ex Ministro no merecen esa sanción?
Las normas constitucionales, legales y administrativas fueron latamente citadas en el debate del Senado. No hay duda alguna, el Ministro del Interior tenía el mando de las fuerzas policiales y no actúo para impedir esos abusos. Hasta un militar, Jefe de Plaza, declara que él nunca tuvo a Carabineros bajo su mando, ya que por norma legal le correspondía al Ministro del Interior.
 
La conducta doble inaceptable
 
El año 2008, el Senador Chadwick hizo tres preguntas al fundar su voto: 1.- ¿Cuáles son la gravedad y relevancia de los hechos?
“Nos hallamos en presencia de la Secretaría de Educación de la Región Metropolitana, repartición pública que tiene a su cargo y bajo su responsabilidad la distribución de la mayor cantidad de recursos públicos que el Estado entrega a particulares, a través de la subvención escolar, para llevar a cabo una de las más importantes y significativas acciones dentro de la sociedad: la educación”.
 
¿Y los excesos de la fuerza policial en buena parte del país con miles de víctimas, no revisten seriedad o no son graves? 2.- ¿Puede alguien en este Senado negar los hechos? ¿Puede alguien en este Senado negar la gravedad de ellos?
 
El señor Chadwick no pudo negar los hechos y su gravedad. Estaban los informes del INDH, de las postas, de las entidades internacionales como AI y HRW, y ahora, el informe de la ONU en Derechos Humanos, cuyos informes críticos contra el gobierno venezolano han sido usados profusamente por este gobierno; las grabaciones de celulares y algunos informes serios de la TV. Vidas humanas, ojos de jóvenes y viejos, denuncias de las propias instituciones contra los que se excedieron. Y el dolor de miles de familias afectadas por los excesos, también de uniformados, cuya integridad física y mental debe ser respetada.
 
¿Estaban los hechos en conocimiento oportuno de la Ministra acusada? La defensa del señor Chadwick no pudo negar que sabía lo que pasaba. La evidencia era abrumadora. Y se probó que nada apropiado hizo para corregir esos excesos. Hoy su sucesor anuncia reestructuración en Carabineros. Esa acción es positiva y contrasta con la falta de soluciones del ex Ministro. Estaba acostumbrado a la impunidad.
 
Tampoco pudo negar el ex ministro su participación en el descabezamiento del Alto mando de Carabineros. 51 generales expulsados en menos de dos años. ¿Todos por actos de corrupción que venían sucediendo hace años? No. Sacaron mandos honorables y experimentados para poner a un amigo en el cargo. Al que había sido Edecán del Presidente Piñera en su primer gobierno.
 
¿Va a negar este gobierno que esa salida masiva afectó la moral interna de la institución, la calidad de los aportes y la experiencia de los mandos superiores? No puede. Los decretos llevan sus firmas. ¿Los corruptos para fuera, por cierto, pero eliminar la experiencia? Este gobierno tiene el nepotismo como bandera, al costo que sea. Total, paga el país.
 
Finalmente, si el Ministro no era responsable de nada, ¿Por qué su primo Presidente le aceptó la renuncia? No lo hizo en la oportunidad vergonzosa en que se manipularon los hechos y los medios de prueba para encubrir el cobarde asesinato del señor Catrillanca.
 
El máximo reconocimiento de su responsabilidad política fue la decisión del Presidente de sacarlo del cargo. El entonces Senador Chadwick predicaba el 2008: “los deberes constitucionales tienen que ser cumplidos en conciencia y, en este caso, de acuerdo a Derecho. Y si algún Senador siente cinismo frente al ejercicio de sus funciones o hipocresía ante el juramento que prestó, resulta difícil comprender por qué tanto esfuerzo en ser parte de esta Corporación. Yo no lo siento”
 
La Cámara de Diputados y el Senado sólo cumplieron con su deber constitucional.