El persecutor Roberto Contreras, que había descubierto cómo políticos -entre ellos el ex alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett y el ex superintendente de Casinos, Francisco Leiva; entre otros-, fue inexplicablemente removido de la investigación y el caso transferido a la Fiscalía de Alta Complejidad.
La decisión fue adpotada por el fiscal regional metropolitano oriente, Manuel Guerra, quien apartó del denominado Caso Tragamonedas al persecutor a cargo de tal investigación, Roberto Contreras. "Esta decisión no pudo estar, por su connotación social, ajena al conocimiento -y eventual autorización- del propio Fiscal nacional, Jorge Abbott, señala una fuente del Ministerio Público a Cambio21.
La investigacioón del ahora removido fiscal, generó a fines de agosto, una serie de allanamientos en las dependencias de ambos personeros políticos con el objetivo de esclarecer el uso de tragamonedas clandestinos y su conexión con entidades públicas.
Los más contectos con la determinación de Guerra, fueron los propios investigados y respaldados por la Asociación Gremial de Operadores, Fabricantes e Importadores de Juegos Electrónicos Recreativos de Premio Programado (Fiden).
El exfiscal Carlos Gajardo vía Twitter hizo patente su molestia con la decisión de Guerra, señalando la existencia de un eventual “patrón” al interior de la Fiscalía: “Se repite un patrón. Causa que avanza contra políticos cambian al fiscal que investiga. Qué pena por como convirtieron a la Fiscalía de Chile en una institución al servicio de los poderosos en vez de estar al servicio de la Ley!”.
Así, la impunidad sigue galopando en el Ministerio Público.