Oh I'm just counting

La necesidad tiene cara de deuda: préstamos de consumo crecen 8% por mayor uso de tarjetas de crédito

Director de Chiledeudas, Guillermo Figueroa, llamó a los consumidores a administrar de manera responsable sus niveles de endeudamiento con la banca. Director de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu) y sociólogo de la Universidad Central profundizaron sobre la conducta de la gente ante la facilidad que hay para conseguir dinero plástico.

La desaceleración económica en el país parece no afectar el crecimiento de los créditos bancarios y, por ende, de las deudas de los chilenos.
 
De otra forma no se explica que los préstamos de consumo se hayan expandido en un 8% durante el primer semestre de 2017, por cierto, impulsados por el mayor uso de las tarjetas de crédito para este tipo de operaciones, de acuerdo a la información oficial de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF).
 
Ante esta situación, Guillermo Figueroa, director de la consultora Chiledeudas, afirmó que los mejores resultados de la banca, que a junio de este año vio crecer más de 5% sus créditos totales colocados a nivel nacional se sustentan principalmente en los préstamos proporcionados a personas naturales, como asimismo  en los intereses generados por estos.
 
“Gran parte de las deudas de los más de 4,3 millones de chilenos morosos son con la banca. La mayoría de esta gente utiliza regularmente sus tarjetas de crédito ligadas a entidades financieras, las que son fáciles de obtener y que son ‘dinero exprés’. Si estos plásticos son mal administrados, pueden transformarse en destructores de la economía personal y familiar”, advirtió.
 
A juicio del profesional, “el consumidor debe controlar sus emociones y considerar que un endeudamiento responsable corresponde de forma óptima al 25% del monto de su ingreso. Si está entre el 30 y 40% de sus entradas, se encuentra en un umbral peligroso, pero todavía tiene un margen de maniobra que le permitirá, con pequeños ajustes, regresar a un nivel saludable”.
 
“En cambio, si supera el 60% de su sueldo se ubica en una situación de sobreendeudamiento que es común en los chilenos y es probable que esté a punto de entrar en mora, por lo que debe dejar de adquirir pasivos. El consumidor, además, debe tomarse un tiempo para comparar cada opción, ya que al detenerse a analizar podrá observar las diferencias de intereses que existen entre un banco y otro”, insistió Figueroa.
 
Chilenos poco atentos
 
Stefan Larenas, director de Director de la Organización de Consumidores y Usuarios (Odecu), manifestó que el endeudamiento generado por el exceso de préstamos de consumo “es un tema recurrente desde hace 25 años porque mucha gente mira los créditos como la prolongación del salario”.
 
 
“Además, las personas no se fijan en las condiciones, no comparan las tasas de interés de las distintas instituciones financieras, no entienden que mientras más de alarga el pago más se termina pagando al final y no toman conciencia de que cualquier atraso de más de 15 días en el pago de una cuota activa automáticamente la cláusula de aceleración que obliga al deudor a cancelar todas las cuotas de una vez”, explicó a Cambio21.
 
Larenas sostuvo también que “existe una ‘necesidad urgente’ a la hora de solicitar préstamos, como por ejemplo, para financiar la educación o la propia mantención personal o familiar, sumado al consumismo, que ayuda a generar la necesidad de adquirir bienes y servicios de manera exacerbada para el Día de la Madre, el Día del Niño, la Navidad y tantas otras fiestas donde los chilenos se endeudan muchas veces sin saber si podrán pagar”.
 
“Endeudarse hasta la muerte”
 
Por su parte, Rodrigo Larraín, sociólogo de la Universidad Central, aseguró que en nuestro país “hoy tenemos más cultura del endeudamiento” y que ya está superado lo que planteó en su momento el académico Tomás Moulián, “que era vivir de acuerdo a los estándares que fijaba el modelo neoliberal”.
 
En su opinión, hoy se da una clasificación sobre los distintos tipos de personas que acuden al dinero plástico y a los créditos bancarios.
 
 
“Existe una clase media emergente que vive al tres y al cuatro, pero que tiene que andar bien presentado y que piensa en un auto y otras cosas. Entonces, lo que hacen habitualmente es organizar sus compras para zapatos, ropa y todo lo que tenga que ver con la presentación para ir a trabajar, lo que los puede complicar, porque no pueden ir a la oficina con tenida de sport o ‘cashual’”, comentó a este diario.
 
“Sin embargo, hay un sector bajo que tiene que se esfuerza en renovar el televisor y comprar comida con créditos porque no alcanza a llegar a fin de mes, lo que es más dramático para la tercera edad. Muchas de las empresas del retail les dan tarjetas de crédito y comprar comida con esta forma de pago es endeudarse hasta la muerte”, criticó.