“Sin duda que en esto hay emoción, pero también hay un sentimiento que es claro y que es necesario explicitarlo. Hemos perdido demasiado como para tener una alegría que sea eufórica”.
De esta forma Juan Carlos Claret, vocero de la Agrupación de Laicos y Laicas de Osorno se refirió a la decisión del Papa Francisco de aceptar la renuncia de Juan Barros Madrid a la diócesis de la ciudad.
“Hoy se cierra un capítulo y comienza otro”, dijo Claret a La Tercera, añadiendo que lo que viene ahora “tal vez es un desafío humanamente mayor, que es tratar de reconciliarnos, pero esa reconciliación no es automática. No porque el Papa saca a Barros significa que ahora todo happy happy (sic)”.
Para el vocero de los laicos “se necesita empezar a trabajar un proceso de reconciliación en base a la verdad. Pero no se trata de conocer los hechos para que nosotros los sepamos, simplemente, sino que se trata de ponerlos a la justicia”.
A juicio de Claret el precedente que el Papa sentó en Osorno y en Chile con la renuncia de Barros es que “no puede haber nunca más un obispo impuesto. Que no puede haber nunca más un obispo encubridor o miembro de una cultura del abuso o del encubrimiento”.
Y añadió que “ante eso el Papa, que es el que está arrepentido en esta situación, debe dar garantías no sólo de remoción de personas, sino que de cambios de actitudes y de instituciones para que jamás esto ocurra”.
Señalando, además, que “en lo concreto no es el Papa el que saca a Barros. Es una comunidad que perseverantemente insiste en esto. Y gracias al coraje de las víctimas también”.
Finalmente, Claret también tuvo palabras para la visita de Charles Scicluna y Jordi Bertomeu a Osorno, la que se concretará este jueves y durará hasta el domingo.
“Nuestra historia con Roma es que vienen más obstáculos que cosas favorables. Entonces, esperaríamos que si de verdad hay un cambio de actitud, más que la visita de Bertomeu y Scicluna nos intenten apresurar un proceso, sino que se propicien las condiciones para iniciar un proceso de reconciliación en base a la verdad, justicia y reparación”, concluyó.