Por Alfredo Peña
El Decimonoveno Juzgado Civil de Santiago condenó al fisco a pagar una indemnización de $150 millones por concepto de daño moral, a la cantante lírica María Gabriela Barrenechea Gutiérrez, quien fue detenida el 23 de octubre de 1980 y sometida a interrogatorios bajo tortura por agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI) que reemplazó a la DINA en la dictadura y, finalmente, exiliada del país.
En esa época tenía 22 años y un hijo de 6 meses, y estudiaba pedagogía en Música. Hoy tiene 67 años.
Durante su reclusión fue sometida a interrogatorios bajo tortura, y posteriormente obligada a abandonar el país, viviendo años de desarraigo y persecución.
“Tres hombres me fueron a buscar al domicilio de mis padres en Providencia, donde me encontraba con mi hijo Camilo. Era de noche. Me subieron a una camioneta, me pusieron scotch en los ojos y me llevaron al sótano del cuartel de la calle Borgoño. Supe enseguida que había otras personas detenidas ahí, dentro de ellos mi marido”, declaró María Gabriela, de actuales 67 años según consigna radio Biobío.
En los primeros interrogatorios le exigieron nombres de miembros del MIR. Al responder que no sabía nada, comenzaron las torturas:
“Entonces me llevaron a una sala como una enfermería, donde había una mujer quien les dijo que no podían administrarme corriente en los pechos, pues estaban llenos de leche… Me volvieron a llevar al sótano, me obligaron a desnudarme, me acostaron en un somier metálico y me pusieron electricidad en manos, brazos, tobillos y pubis. Luego me llevaron donde estaba Carlos (esposo) quien supe después, había sido obligado a presenciar mi tortura”.
El fallo
En el fallo la magistrada Jacqueline Benquis Monares acogió la acción tras establecer la responsabilidad del Estado en la comisión de un crimen de lesa humanidad.
“Que, de esta manera, encontrándose acreditado el ilícito, la responsabilidad del Estado, y la circunstancia de detención, prisión política y tortura del demandante, la que no habría tenido lugar sin la intervención de funcionarios estatales no se hubiera producido, queda por dar establecida la responsabilidad del Estado de Chile en los hechos relatados”, sostiene el fallo.
“Que la responsabilidad trae aparejada la indemnización o reparación de los daños sufridos por la demandante”, añade.
La resolución agrega: “Que, en cuanto al monto de la indemnización, se estará a la circunstancia de que el hecho que ha causado el agravio se ha mantenido a lo largo del tiempo, atendida la represión política vivida y el episodio de tortura sufrido que, atendida sus particularidades, solo puede ser calificado de terrible, junto con el exilio y desarraigo experimentado por este hecho, lo que ha tenido una influencia negativa en el desarrollo de su vida y que ha permanecido hasta el presente, se fija prudencialmente en la suma consignada en el petitorio, tal como se señalará en lo resolutivo”.
“Que –prosigue– el pago de la indemnización de perjuicios deberá ser reajustada desde la fecha en que la sentencia se encuentre firme y ejecutoriada hasta su pago efectivo según la variación de índice de precios al consumidor (IPC), debiendo agregarse a tal suma de dinero los intereses corrientes devengados para operaciones no reajustables de dinero a contar desde que la presente sentencia definitiva adquiera su carácter de firme y ejecutoriada”.
Que conforme lo dispone el artículo 144 del Código de Procedimiento Civil, la parte demandada será condenada en costas”, ordena.
Por tanto, se resuelve:
“I.- Que el Estado de Chile debe pagar a la demandante, a modo de indemnización de perjuicios la suma de $150.000.000 (ciento cincuenta millones de pesos), con los reajustes e intereses que se indican en la consideración vigesimoquinta.
II.- Que se condena en costas a la parte demandada”.
María Gabriela Barrenechea es conocida en el canto chileno por sus interpretaciones de música clásica (Mozart o Pergolesi), y musicalizaciones que ha realizado de Gabriela Mistral, Federica García Lorca, Pablo Neruda y Gonzalo Rojas, además de sus temas propios. También ha trabajado en teatro. Desde 1980 reside en Francia, se ha presentado en el Olympia y en Saint Chapelle de París, en el Festival de Avignon, y en diversos países de Europa.
