Una pareja decidió querellarse por cuasidelito de homicidio contra quienes resulten responsables de la muerte de su hija de un año de vida, quien padecía de leucemia.
Según el relato de la madre, Johana Fuentes, la pequeña Francisca fue trasladada de urgencia desde Iquique hasta Santiago para iniciar su tratamiento gracias a la activación del GES (Garantías Explícitas en Salud).
Sin embargo, de acuerdo a lo detallado por Emol, ninguna clínica de la red de salud de su isapre -Consalud- estaba en condiciones de hacerse cargo del caso, por lo que fue internada en la Clínica Santa María.
En el lugar fue atendida por un médico especialista que la sacó de la gravedad y la estabilizó. Sin embargo, por decisión de la isapre, fue nuevamente trasladada, esta vez a la Clínica Bicentenario.
En ese recinto hospitalario, "todo partió mal, no había médico que la recibiera, los días no hábiles no le hacían exámenes porque no había personal", según Fuentes.
"Mi hija se contagió con infecciones intrahospitalarias, le dio trombosis porque se tapó un catéter, la intoxicaron con un medicamento que es para destapar el catéter, porque se lo pasaron a la sangre, le tuvieron que poner dos catéter, hacer dos cirugías. En la cirugía que le hicieron para sacarle el catéter malo el médico nos muestra el catéter desmembrado y nos dice de su boca que es producto de una mala manipulación", detalló.
En enero del 2017, el médico les comunicó que le debían realizar un trasplante de médula, por lo que debía ser trasladada al Hospital UC. Sin embargo, antes decidió realizarle una "quimioterapia de mantención y a la semana nuestra hija se pone muy mal, se contagió una bacteria intrahospitalaria, le dio un shock séptico y ellos no se dieron cuenta".
Una vez en el Hospital UC, los médicos le advirtieron que "venía intoxicada con las quimioterapias y tenía comprometido el corazón, el hígado y los riñones. Los médicos no entienden cómo venía en ese estado".
Ante esto, "le indujeron el coma, le dieron dos paros cardiacos y nunca más se recuperó. Incluso le dio necrosis, le iban a cortar las cuatro extremidades".
Finalmente, la menor falleció un mes después, el 10 de marzo de 2017. Si bien los padres están conscientes que había una posibilidad de que su hija muriera por la leucemia, estiman que la causa directa de su deceso fue el manejo que se hizo en la clínica.
"De hecho, ella murió de un shock séptico, no por la leucemia en sí, por las infecciones que se contagió, por la mala atención, por intoxicación de las quimioterapias no adecuadas. Nosotros creemos que hay negligencia y que debe ser investigado", concluye la madre.
Los padres de Francisca presentarán la querella en el Sexto Juzgado de Garantía de Santiago y apuntan a que se investigue el actuar de los profesionales de la Clínica Bicentenario y al sistema GES que, a su juicio, no funcionó de manera adecuada.