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Rafael Garay se fue para su casa: nuevo ejemplo de la manga ancha para delitos de cuello y corbata

El autodenominado economista, que se encuentra imputado por estafas reiteradas que alcanzan 1.800 millones de pesos y por apropiación indebida, cumplía con la reclusión desde el pasado 16 de marzo.

El Tercer Juzgado de Garantía de Santiago modificó las medidas cautelares que pesaban sobre el ingeniero Rafael Garay, revocando la prisión preventiva que cumplía en el anexo Capitán Yáber y reemplazándola por el arresto domiciliario total.
 
El autodenominado economista, que se encuentra imputado por estafas reiteradas que alcanzan 1.800 millones de pesos y por apropiación indebida, cumplía con la reclusión desde el pasado 16 de marzo.
 
La determinación del tribunal además contempla que Garay debe someterse a una terapia siquiátrica para controlar el uso problemático de alcohol.
 
La defensa
 
El abogado defensor, Daniel Celis, dijo que "para los fines del procedimiento entiendo que es completamente adecuada la medida cautelar que se ha decretado, mi representado no ha quedado en libertad, solo está con arresto domiciliario total, pero la libertad de él sigue restringida".
 
"Probablemente el Ministerio Público va a apelar a esta circunstancia y esperar los pasos que va a seguir la Fiscalía", añadió el jurista.
 
"Rafael es una persona bastante distinta a la persona que ingresó y que realizó los fraudes, gracias a lo que ha realizado Gendarmería con él, al tratamiento siquiátrico que ha recibido, él se ha logrado estabilizar, las personas que tienen alcoholismo nunca dejan de ser alcohólicas, pero sí atenuado, y este periodo de abstinencia lo ha ayudado demasiado", agregó el abogado Celis.
 
¿Diferencias de criterio?
 
La sensación que le queda a mucha gente es que, a pesar de la seriedad del delito de Garay, existen facilidades y cierta liviandad en el trato que recibe por parte del aparato judicial. Se supone que todos somos iguales ante la justicia, es uno de los preceptos más recurrentes, pero algunas veces parece que unos son más iguales que otros. 
 
Consultado el abogado Aldo Duque sobre el caso de Rafael Garay explicó que “es de habitual ocurrencia que en los delitos de carácter económico, el imputado al entregar su colaboración y al aceptar su responsabilidad, se le modifiquen las medidas cautelares que hay en su contra”, indica el abogado.
 
“La prisión preventiva busca resguardad la seguridad del imputado, instancia que no se da en el caso de Rafael Garay, quien al entregar su completo interés por colaborar hace que las cautelares pierdan sentido. Es por esto que se modificó a arresto domiciliario total”, comenta Duque.
 
Sobre la apreciación de que el castigo que se entrega a los delitos de cuello y corbata es menor que a otros delitos, el abogado afirma que “desde hace mucho tiempo que los delitos de cuello y corbata deben ser considerados con las penas que se les da en países como Estados Unidos, se debería asegurar que este tipo de estafadores permanezcan en la cárcel. Y sobre los afectados, no tienen la más remota posibilidad de recibir de vuelta su dinero. Cualquier ilusión que se hayan hecho será una equivocación”, concluyó.
 
 
Por su parte, la académica de la Escuela de Derechos de la Universidad Central, Isabel González, al analizar los delitos de cuello y corbata dijo: “en este tipo de delitos se evalúa si la persona, puesta en libertad, podría convertirse en un peligro para la sociedad. Al ser delitos económicos se tiende a disminuir las cautelares”, explica la abogada.
 
“Sin embargo, según lo veo yo, me parece que el riesgo de dañar a alguien está, puesto que con facilidad Garay podría trabajar vía teléfono o Internet, y seguir cometiendo delitos. Es la mirada personal que tengo de esta situación”, detalla.
 
Al revisar la actualidad judicial frente a estos delitos, Isabel González dice que “tenemos una consideración frente a los delitos de cuello y corbata, puesto que al ver que los delincuentes son personas con mayor formación profesional y cultural, lo que reviste una percepción de ser alguien menos dañino que alguien que roba una gallina u otro objeto”, manifiesta.
 
En tanto, el fiscal José Morales, de la Fiscalía Centro Norte, lamentó la decisión del tribunal debido a que Garay ya se fugó en una oportunidad.

"Creemos que no hay una reparación del mal causado y respecto a la colaboración sustancial, hay que ver cual va a ser la actitud del señor Garay en un eventual juicio oral", dijo el persecutor.

"El señor Garay ya se fugó en una oportunidad anterior, por lo tanto hay una posibilidad cierta y tenemos antecedentes concretos en ese sentido. Lo que el Ministerio Público siempre ha sostenido en este caso es que la pena probable para el señor Garay debe ser una que solamente se puede sostener en un juicio oral, por lo tanto esa es la voluntad de nosotros hasta este momento", añadió Morales.