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Seminario sobre la reforma política tuvo su debate. Experto señala que "reforma podría acentuar y debilitar aún más las estructuras partidarias"

Este 9 de enero se realizó el seminario “Diálogo académico sobre la reforma política”, organizado por el Proyecto Investigación en Democracia de la Universidad Miguel de Cervantes.

En esta iniciativa participaron el coordinar del proyecto, Eduardo Saffirio, en la foto, y Marco Moreno, Director del Centro Democracia y Opinión de la Universidad Central.

Eduardo Saffirio, analizó el contenido del proyecto de reforma política actualmente en discusión en el Congreso, señalando que no constituye una reforma integral al sistema político, sino que se limita a modificar aspectos específicos del sistema que regula a los partidos políticos y al sistema electoral.

Durante su intervención, Saffirio subrayó que la propuesta legislativa no aborda uno de los principales problemas del sistema político chileno: la fragmentación de los partidos políticos. En lugar de resolver esta problemática, afirmó, la reforma podría incluso acentuarla al debilitar aún más las estructuras partidarias.

Desde su mirada analítica, Saffirio señaló que la fragmentación partidaria es consecuencia de la desinstitucionalización del sistema de partidos, un fenómeno que se traduce en un debilitamiento del vínculo entre los partidos y la sociedad. Esta situación, indicó, se ha visto agravada por la falta de capacidad de las colectividades políticas para impulsar agendas programáticas coherentes y relevantes para la ciudadanía.

En este contexto, planteó que el fortalecimiento del anclaje social de los partidos, su capacidad programática y su conexión con el electorado deberían ser los objetivos centrales de cualquier reforma política.

En cuanto a las medidas específicas propuestas, como los umbrales electorales y la pérdida de escaños por renuncia, advirtió que estas iniciativas podrían dañar la legitimidad del sistema representativo y no abordan las causas profundas del debilitamiento partidario ni la creciente desafección ciudadana.

Por el contrario, insistió en que una reforma electoral pertinente debe priorizar cambios estructurales que fortalezcan
a los partidos, fomenten su conexión con el electorado y reduzcan la polarización política.

El seminario ofreció un espacio para reflexionar sobre la dirección que debe tomar la reforma política, destacando la importancia de diseñar estrategias que aborden las raíces de la crisis del sistema político y fortalezcan la democracia representativa en el país.