Tras una serie de incidentes registrados en el estadio Ester Roa Rebolledo de Concepciòn, el árbitro Francisco Gilabert determinó suspender definitivamente el partido de la Universidad de Chile y la Universidad Católica.
Tras una serie de estruendos durante todo el encuentro, pasada media hora del primer tiempo un grupo de encapuchados lanzó fuegos artificiales y bengalas a la cancha.
Luego el grupo de delincuentes, intentò huir pero alguno de ellos fueron detenidos por los propios asistentes al estadio.
Los elementos prohibidos afectaron a un camarógrafo, a carabineros, a un asistente de cámara y al cuarto árbitro del encuentro.
Rápidamente el juez central del encuentro se fue al vestuario, para finalmente tomar la decisión de suspenderlo definitivamente por no garantizarse las condiciones mínimas de seguridad para que se juegue el encuentro.
Ahora será el Tribunal de Disciplina de la ANFP que deberá determinar qué es lo que ocurrirá con el resto del partido.