Por María Cristina Prudant
Desde que aparecieron en las vitrinas de las librerías sus libros relacionados con la historia del país y algunos héroes, todos han sido éxitos. Autor de la trilogía de superventas “Historia secreta de Chile” publicada en julio de 2015. Escribe en estos libros sobre aspectos ocultos o desconocidos de la historia oficial chilena.
El primer libro se convirtió en un éxito con 8 mil ejemplares vendidos al mes de su lanzamiento y un total de 80.000 en poco menos de un año. A septiembre 2017, los dos primeros títulos de la trilogía habían vendido en conjunto una cifra récord de 200 mil ejemplares. Por estos días fue presentado “La Dictadura”, que ya se agotó y se esperan nuevas ediciones.
Jorge Baradit conversó con Cambio21 acerca de este su último libro y la contingencia nacional con acento en lo político.
La riqueza de Allende y la pobreza de Pinochet
Su último libro “La Dictadura” ¿lo dejó conforme por lo que pudo plasmar en sus páginas?
Creo que uno nunca espera un reto muy grande; estamos hablando de reunir en un formato de 200 páginas un evento que abarca 20 o 25 años de nuestra historia, entonces el reto era muy grande. Uno nunca va a poder abarcarlo ni siquiera en un libro de mil páginas. Tengo la impresión que estoy conforme con la manera en que pude rescatar emocionalmente el proceso de la dictadura, pero por supuesto que datos y aspectos más técnicos sin duda que se quedan en el tintero.
¿Eso significa que podría haber una nueva obra sobre el tema?
Más que una segunda versión lo que puede haber es una versión ampliada. La idea detrás del libro no es entregar una visión técnica, acabada, sino una gran visión amplia, una foto amplia para comprensión popular. Lo que pretendía el libro era ser lo más didáctico posible, para explicar, ojalá con peras y manzanas, las grandes ideas, los grandes factores que se movieron en torno al antes, durante y después de la dictadura.
¿Investigando para este libro descubrió más detalles acerca del Presidente Salvador Allende?
Más que descubrir creo que confirmé ciertos aspectos. Me confirmó un Salvador Allende profundamente democrático, profundamente pacifista. A un “Chicho” excepcional y una figura verdaderamente de excepción en nuestra historia. Un personaje casi mitológico, de una estatura que hoy día no encuentras. Era de verdad, alguien que capaz de entregar su vida por ideales políticos. Pienso hoy día, quién estaría dispuesto a entregar su chequera por un ideal político, no los hay, gente capaz de postergar su vida por convicciones.
Piñera dijo que Allende era un violentista, antidemocrático...
Sí, pero lo tomo de quien viene. Piñera es una persona que ha demostrado tener ciertos ripios en el manejo del conocimiento histórico, en general de nuestro país, de lo artístico y obvio, lo político. Claro, está la relevancia de que él es un personaje público el que lo dice, pero no es algo que me quita el sueño.
Respecto a Pinochet. ¿Qué le sorprendió en esta investigación para el libro?
Su pobreza. Es un personaje vacío, con malas calificaciones como oficial de Ejército, alguien que estuvo a punto de ser dado de baja por malas calificaciones. Una persona con carencias de distinto tipo. Me sorprendió muchísimo la pobreza intelectual, espiritual, la simpleza. Hay una figura que algunos historiadores manejan, antropólogos que es la del cántaro vacío. Un personaje histórico que no es particularmente brillante, pero que por distintas razones y circunstancias se ven en la encrucijada de aceptarle una situación, un lunar, una forma de proceder. Creo que Pinochet es eso, un cántaro vacío que se vio frente a una oportunidad histórica y se abrazó desesperadamente a ese poder y lo conservó de una manera- hay que decirlo- brillante a lo largo de casi 17 años.
Siempre la derecha ha destacado que Pinochet arregló la economía del país cuando detrás de todo esto estaban los Chicago Boys...
Lo que es importante decir es que la dictadura tuvo un manejo económico muy pobre. Una manejo económico del país que raya con la ineptitud. Las dictadura de Pinochet hizo quebrar al país dos veces cuando uno ve que gobiernos democráticos son expulsados por mal manejo económico, hay que decir que la única razón por la que no se desplazó, no se eliminó el gobierno de Pinochet, fue para decirle que la única razón por la que no se le hizo un golpe de Estado por la extrema pobreza de sus planes económicos fue porque los golpistas estaban en el poder. Porque la verdad es que quebró la banca, Chile llegó a tener un índice de pobreza del 45%, falta de trabajo con un 25% de cesantía.
Curiosamente, frente a lo que todos pudiéramos pensar cuando se hace una encuesta terminado el plebiscito, cuando se le pregunta a la gente porque votó por el NO, cuáles eran las principales razones y el 75% de las personas dijo por razones económicas y solamente la mitad alrededor del 50% mencionaron derechos humanos. En general, había una percepción mala del manejo económico. Lo que hizo Pinochet fue la instalación de un modelo económico a trasmano de la industria, de la economía y de las costumbres del país y el verdadero crecimiento económico se produce en los años 90 con la apertura al comercio exterior y también con la apertura al crédito de las clases medias bajas.
Cierran las escuelas y no las industrias
A 45 años del golpe, Chile sigue dividido. ¿Quién o qué tiene la culpa de esto?
Creo que hay un error en pensar que Chile está dividido por el golpe, por la UP. Chile es un país que históricamente ha estado dividido desde 1830 con Portales, José Joaquín Prieto. Chile se ha dividido históricamente en una élite oligarca que concentra todo el poder, todos los medios, todo el dinero y un resto de chilenos que vive en la media o bajo la media, sufriendo monopolios, explotación.
Esos dos Chiles son los de siempre, y lo que ocurre es que con el golpe esas diferencias se acentúan. Lo que ocurrió de 1970 en adelante fue que, por primera vez, este otro Chile, no el de la oligarquía, amenazó el poder de la élite. Por primera vez en su historia hay una real amenaza para el poder y la respuesta que hubo fue el acuerdo, es decir una guerra contra el pueblo desarmado, con una idea novedosa porque antes la oligarquía aplastaba movimientos y luchas locales.
En cambio, en 1973, lo que esa elite buscó fue el exterminio de las luchas sociales, persecución total al programa de las cuestiones sociales chilenas y a mi me hace sentido la frase de Gustavo Leigh (integrante de la Junta de Gobierno) “hay que extirpar el cáncer marxista”. Eso no se trataba de cambiar un gobierno por otro, una idea por otra, se trataba de una voluntad de exterminio de toda la forma de haber en la política, históricamente en nuestro país, estoy hablando de 150 años para atrás.
¿Cómo ve usted el tema de los derechos humanos en el país actualmente?. Han ocurrido hechos como el del ministro de Cultura, los presos de Punta Peuco y otros...
Para mí el ejemplo que más refleja la posición histórica de Chile, no solamente a partir del golpe, es lo que ocurre es lo de Quintero y Puchuncaví. Es cuando en vez de cerrar las industrias lo que se hace es cerrar las escuelas, eso es un reflejo histórico de lo que ha ocurrido en Chile desde siempre. Las personas valen menos que la previsión, el comercio y que frente a esa disyuntiva está solo, la respuesta siempre ha sido ir en desmedro de las personas , atacándolas, sofocando sus rebeliones, masacrándolas, ignorándolas, intoxicándolas. Cualquier medida que ayude a mantener la estabilidad social que permite la producción económica .
Lo que ha ocurrido en los últimos años, ha sido una sanción mayor que lo que significan los derechos humanos, los derechos civiles. A mi me gustaría que se ampliara mucho más que no nos refiriéramos solamente a los casos de persecución política, a los detenidos desparecidos, con todo lo importante y relevante que es eso sino que se amplíe a todos los aspectos de la vida humana y su calidad valgan más que la producción económica.
Piñera refleja la pobreza de contenidos de un sector político
¿Qué le ha parecido a usted los primeros seis meses de gobierno de Piñera?
Seis o siete meses es muy poco para evaluarlo en su puesto en general. Lo que sí se puede decir e3s que hasta el momento es errático, no ha logrado conformar equipos de trabajo , no ha visibilizado líneas de gobierno relevantes de interés. Cuando uno revisa la historia para atrás, desde el regreso de la democracia, uno ve que el gobierno de Aylwin es el de la reconciliación e información, el gobierno de Frei fue el del comercio exterior, quizás el de la reforma penal, Lagos fueron las obras públicas, Bachelet, fue social y cuando uno se detiene en Piñera no hay nada que decir. Pero el Piñera del 2010-2014 no es el mismo de ahora.
Creo que refleja la pobreza de contenidos de un sector político que gira casi exclusivamente en torno a los índices macroeconómicos, que no tienen ningún contenido ni cultural, ni social más que el del PIB, que tanto sube o baja el IVA. A mi me extraña la carencia de contenido como primera cosa y segundo, me ha llamado la atención lo errático de su gobierno pese a que lo que el sabía hacer era administrar y sin embargo, las cosas han estado muy lejos de estar mejor.
¿Qué le parece que los que votaron por el Si vayan a conmemorar el NO en La Moneda?
Me parece súper bien. Yo sé que lo que ellos no tienen es el derecho de apropiarse del NO. Pero sí me parece un muy buen gesto, que ojalá el interés se explicitara de mejor manera, pero para eso hay que esperar los discursos de ese día. Es la acción correcta, me parece bien que se logre el peso del NO. Lo que nos falta y vamos a esperar que ellos admitan que era mejor alternativa. Ese matiz es el que me interesa.
¿Qué recuerdos le trae la conmemoración del triunfo del NO?
Primero de dulce y agraz porque yo presiento y entonces para mí la llegada de la democracia debe haber sido el mismo peso utópico que para la generación anterior no había ni revolución y en los 60 y 70 esperábamos revolución y en los 80 la democracia y cuando, finalmente esa democracia llega es en las peores condiciones, tutelada por las Fuerzas Armadas, muy condicionada por el poder económico y uno tiene un recuerdo muy bonito de un día que unió las fuerzas democráticas del país, pero desde un punto de vista histórico lo que uno tiene es una gran desilusión, de los alcances no.
Foto: Los libros más importantes del escritor Jorge Baradit.