Todavía se sigue hablando de las elecciones del pasado 19 de noviembre, sobre todo de un dato duro que señala que de los 155 diputados que jurarán en marzo de 2018, 31 resultaron electos con una votación inferior al 5% de los votos, gentileza del nuevo sistema proporcional que reemplazó al anterior modelo binominal y que establece beneficios para los pactos más votados en vez de premiar a los candidatos más votados.

 

El denominado “Método D’Hont”

 

Los casos más llamativos son los de Boris Barrera (PC), Natalia Castillo (RD), Gonzalo Winter (RD) y Amaro Labra -en la foto de esta crónica- (PC), quienes accedieron al Congreso con 1,29%, 1,02%, 1,20% y 1,82%, respectivamente, como asimismo Carmen Gloria Aravena (Evópoli) y Kenneth Pugh (RN), que aprovecharon las buenas votaciones Felipe Kast en La Araucanía y Francisco Chahuán (RN) en Valparaíso para ingresar al Senado.

 

A la inversa, emblemáticos candidatos que se quedaron en el camino, como el exministro Andrés Velasco (Ciudadanos), Alejandra Bravo (PRI) y varios otros más responsabilizaron al esquema proporcional de sus respectivas derrotas en el Maule y Maipú-Pudahuel.

 

 

“Si ya tenemos un problema de legitimidad de la política con este tipo de resultados, esto solo se agrava y hay que ponerle mucho ojo”, sostuvo Velasco. “Este sistema impidió que yo fuera parlamentaria con los 25.500 mil votos que sacó el PRI en el distrito 8. Son las reglas de los sistemas y así es la democracia”, agregó por su parte Bravo.

 

 

A nivel de análisis político, las visiones respecto a los vicios que tiene el sistema proporcional también chocan. Por ejemplo, el abogado Patricio Zapata habla de los “viudos del binominal” que se quedaron en el camino, siendo algunos de ellos los directivos de los partidos.

 

“Dejaron de detentar el poder casi absoluto que tenían a los efectos de repartir cupos casi seguros para los peces gordos de cada colectividad. Si perdieron fue en buena medida porque el nuevo sistema ofrece un menú más amplio que la dieta del binominal”, escribió en La Tercera.

 

 

“Esto es mucho mejor que el binominal”, sentencia la directora de Mori Marta Lagos. “El sistema anterior distorsionaba mucho más la voluntad popular, pero entendiendo que no existe ningún esquema que no distorsione nada”, nos declaró.

 

Pablo Lira, experto electoral, es uno de los críticos del nuevo modelo. “Acá pesa el aumento de los diputados y senadores a elegir, factor que va en contra de la sensación ciudadana que rechaza este sistema. Y este punto negativo, que viene de la reforma planteada por el actual gobierno y Rodrigo Peñailillo (cuando era ministro del Interior), intenta adecuar este esquema a la proporcionalidad”, explicó.

 

“Además, se suma a la instauración de megadistritos que alejan a la gente de los parlamentarios que los representan. Y tercero, este sistema, que no es nuevo porque ya se ocupa para la elección de concejales y consejeros regionales, donde quien resulta electo puede hacerlo con muy poca votación, lo que atenta contra la representatividad. Por eso que los que criticaban el lunes el binominal como antidemocrático ahora callan”, indicó a este medio.