Juan Domingo Perón e Isabel Perón autorizaron la venta secreta de armas a Chile durante los primeros años de la dictadura de Augusto Pinochet, según documentos desclasificados por el gobierno de Javier Milei.
Según reportó El Clarín, los decretos 382/73 y 1140/74 —firmados por Perón y sus ministros— permitieron la exportación de 2.000 pistolas ametralladoras, 6.000 pistolas Browning y 20 millones de cartuchos para fusiles FAL, en operaciones que hoy equivaldrían a US$24 millones.
La primera venta se concretó en noviembre de 1973, apenas dos meses después del golpe contra Salvador Allende. El historiador Rosendo Fraga explicó que esto fue “coherente con la estrategia de Perón”, quien veía el ascenso de regímenes anticomunistas en la región. Un acta secreta chilena del 24 de septiembre de 1973 ya mencionaba la presencia de “un enviado de Perón con ayuda material”.
Mientras Perón recibía a Pinochet en Morón en junio de 1974, organizaciones de izquierda marchaban en repudio. El mandatario justificó su postura ante críticas: “La caída de Allende cerró la válvula de escape para la guerrilla argentina”, declaró al diario italiano Il Giornale.
Los documentos muestran que las operaciones se realizaron con exenciones aduaneras y sin controles, bajo el argumento de “cooperación regional”. Ministros como José Ber Gelbard, vinculado al PC, firmaron los decretos pese a la contradicción ideológica. Expertos como el historiador chileno Eduardo López señalan que esto refleja la ambigüedad característica de Perón, quien mantenía gestos de apoyo no oficiales a Pinochet mientras su salud declinaba y el poder pasaba a Isabel y López Rega.
La revelación de estos documentos cuestiona la narrativa tradicional sobre el peronismo y su relación con la dictadura chilena, mostrando una compleja red de intereses geopolíticos durante la Guerra Fría.
Documentos desclasificados en Argentina revelan que el expresidente Juan Domingo Perón vendió armas a la dictadura de Augusto Pinochet


