Oh I'm just counting

Economía debilucha: Muchas expectativas "de los tiempos mejores" y última cifra de desempleo es la más alta en 14 años. Y todo puede empeorar porque los números que vienen no son buenos

Foto.-Ex parlamentario Osvaldo Andrade.

 

Por María Cristina Prudant

 
Muchas preguntas surgen cuando la economía del país no está reflejando en cifras lo que dicen las autoridades del gobierno. La cifra de desempleo es la más alta en los últimos 14 años. Según el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, la economía está en franca recuperación y eso no es novedad para los economistas, que saben perfectamente que esta empezó el segundo semestre del año pasado y fuera Presidente Piñera u otro, los resultados serían los mismos, porque se está cumpliendo un ciclo natural. Bachelet en su última entrevista antes de ser designada como Alta Comisionada de los Derechos Humanos de Naciones Unidas dijo que apreciaba que "la economía estba debilucha". Al parecer le acertó la ex presidenta.

Pero lo importante es tomar las medidas necesarias para alcanzar el ciclo productivo total y que se siga desarrollando le economía. Eso no está sucediendo porque, al parecer, las autoridades creían que por el solo hecho de llegar ellos al gobierno y ser afines con el empresariado las cosas se darían solas, pero tampoco es así. La inversión no ha subido y el gobierno no ha presentado proyectos que la impulsen.

 Por ahora, todo descansa en la Reforma Tributaria que enviará el gobierno al Congreso. Sin embargo, la última palabra no está dicha. ¿Qué pasará si no hay contra reforma? El gobierno tendrá que hacer la pega, porque el solo administrar lo que hay no les va a resultar. Tienen la obligación de responderle a la gente que les dio su voto porque hay muchas necesidades.

 Eugenio Rivera, economista de Fundación Chile 21, no considera tan inesperado el panorama económico actual. “En primer lugar, no es tan inesperado, porque efectivamente el desempeño económico era claro que iba a ser mejor que en el primer semestre del año pasado. Porque el precio del cobre había experimentado un aumento muy significativo y que el mejoramiento del precio del cobre lo que hace no es solo generar más ingresos para las compañías de cobre, para el Estado, sino que genera casi las expectativas del conjunto de los agentes económicos. Y ese era como el elemento principal”.

 “Pero, en segundo lugar las tasas de crecimiento en el primer semestre iban a ser de todas maneras mayores porque el primer semestre del año pasado había sido muy bajo y desde julio del año pasado, desde el tercer trimestre, había una tendencia clara al crecimiento, pero el problema es que ese era una recuperación del ritmo de crecimiento por así decirlo circunstancial y muy relacionado con el comportamiento de la economía internacional y particularmente del cobre”, señala a Cambio21.

 Además, apunta a que “cuando empiecen a tener los comportamientos disruptivos de la administración gringa del presidente Trump, que inicia esta guerra comercial, cuando se anuncia en el horizonte que la tasa de interés estadounidense va a empezar a subir para asegurar que no haya un rebrote inflacionario, cuando aparecen una serie de problemas, tanto geopolíticos como de diversa naturaleza que generan una cierta incertidumbre... creo que lo que sucede ahí es que el entorno favorable de la economía mundial empieza a cambiar de signo y eso de alguna manera determina todo lo que pasa”.

 Imacec de julio puede llegar solo a 2,8%

 Según explica “en segundo lugar, las tasas de crecimiento del primer semestre del año pasado son mucho mayores, por tanto de todas maneras iba a ser mucho más difícil mantener las cifras positivas del primer semestre. Por eso para julio creo que es más probable que el Imacec alcance un 2,8%, es decir, una caída bien importante respecto de junio, entonces, ahí hay una serie de elementos de esa naturaleza”.

 En lo que se refiere a las decisiones internas, “me parecen, en último término muy importantes. Lo que pasa es que el gobierno llega con la idea de que con la instalación de un gobierno pro empresa, pro negocios, iba a cambiar absolutamente las expectativas, como habían evaluado de una manera incorrecta que el bajo crecimiento en la época de la Presidenta Bachelet se debía justamente a las reformas; como pensaban eso, pensaron que llegando el gobierno todo iba a mejorar y el problema es que las cosas no mejoran si los gobiernos no hacen nada”.

 “Ellos decían que había que hacer muchas reformas, se demora en salir la Reforma Tributaria, la reforma previsional no aparece, en fin, hay varias cosas que el gobierno no hace y en ese sentido lo que está pasando es que el sector empresarial está perdiendo rápidamente estas expectativas positivas. Ellos con frecuencia sobre reaccionan tanto a las cuestiones positivas como a las negativas”, detalla.

 Agrega que “en ese sentido no está pasando mucho en materia de inversión; en general todos los analistas reconocían que el mejoramiento de la inversión no era tan espectacular como se pensaba y, sobre todo, pasa lo mismo que nos está afectando desde hace un tiempo, que no hay proyectos de inversión realmente innovadores que abran nuevas actividades de manera sustantiva, importante, y entonces, lo que sucede en último término, que se mantienen los mismos problemas que venían de antes en materia de obstáculos para el crecimiento de la inversión y para un mejoramiento de las capacidades de crecimiento que es la inexistencia de proyectos significativos”

 En esa misma línea dice que “en ese sentido la economía, al no tener estos impulsores estratégicos, está muy sujeta a los vaivenes de la economía internacional y como no son muy positivos estamos volviendo a la situación de un crecimiento bastante bajo y, en ese sentido, es probable que este año esté más o menos al 3,8 pero el próximo año es probable que no supere el 3,2%”.

 Presupuesto 2019 y las proyecciones

 Sobre las proyecciones del precio del cobre y el crecimiento para el Presupuesto 2019, Rivera aclaró que “en primer lugar el precio del cobre es una de las cosas más difíciles de adivinar hacia el futuro. En general los cálculos se hacen en base a lo que pasó antes y si no es un buen indicador. En segundo lugar, el mayor  crecimiento de la economía este año permite elevar las expectativas del producto tendencial y potencial”.

 En su opinión, lo que “está haciendo el gobierno, frente a esta situación que existen tendencias poco favorables es mejorar las expectativas económicas para, de alguna manera, poder ampliar la cifra del gasto público. Si hay mejor precio del cobre, mejores expectativas de crecimiento estructural, de alguna forma lo que eso permite hacer es aumentar los ingresos fiscales para hacer frente a los problemas. Creo que ahí va a ser muy importante el impulso que se pueda dar desde el sector público al desempeño económico en el próximo año. El gasto público tiene un incremento más significativo eso puede, de alguna manera, mejorar las expectativas del sector privado y lograr asi un mejoramiento de la inversión privada y del mejoramiento de la economía”.      

 Sobre un sector empresarial decepcionado porque no se produjo la rebaja del impuesto de primera categoría, el economista, señala que “ahí creo que hay una tensión bastante importante. Para el sector empresarial esa reducción de impuestos es un objetivo estratégico que se busca en dos direcciones; por una parte rebajar efectivamente la carga tributaria tanto vía reintegración como vía reducción de la tasa del impuesto corporativo, pero por otra parte el sector empresarial está apostando mucho al debilitamiento del Servicio de Impuestos Internos que había logrado una mejora sustancial no solo con la reforma tributaria sino que se venía haciendo desde hace 25 años”.

 “Esa necesidad para generar mecanismos para combatir los delitos tributarios y lo que está buscando esta reforma que debilita al SII entonces, crean el Defensor del Contribuyente que tiene sentido solo para las grandes empresas que son las que tienen mayores capacidades de disponer de personas y equipos para reducir la carga tributaria. Todo eso representa el objetivo estratégico que en el largo plazo Chile sea un país interesante porque tiene una legislación tributaria poco desarrollada” manifestó.

 Entonces, el gobierno le hace caso al mundo empresarial en este tema, pero quieren además, que les rebajen el impuesto. Ahí hay una tensión entre la perspectiva netamente económica del mundo empresarial y la perspectiva más política del gobierno que entiende que bajarle los impuestos a las empresas es una medida impopular sobre todo porque existen grandes demandas del punto de vista de  las grandes demandas de mayor gasto social, en educación”.

 “ Ahora el problema político al que se está enfrentando es que frente a un período en que el único actor político era el gobierno y el social era el sector privado, hoy se empieza a conformar un actor político opositor en contra de la reforma tributaria o en relación con el salario mínimo y por otra parte ,empieza una movilización social en este caso encabezada por la Anef  que va a jugar un papel importante en relación a la reforma tributaria, mejorar las remuneraciones del sector público y si a eso se suma lo de Quintero y todo lo que ha pasado se empieza a enfrentar un clima social y político que hará más difícil que el gobierno avance con sus reformas estructurales” concluyó.        

 “Para qué ganamos”

 El ex diputado socialista, Osvaldo Andrade respecto a las expectativas económicas que creó la derecha durante la campaña presidencial señaló que “hay una especie de expectativa que fue alimentada con un discurso bastante populista desde ese punto de vista y hoy día les está pasando la cuenta sobre la base de algunas consideraciones que se demonizaron durante el gobierno anterior de la Presidenta Bachelet y que sin lugar a dudas tenían un impacto relevante. Entre ellos, acuérdese que en esa época no se podía hablar de las razones externas porque carecían de importancia. Bueno, pareciera que sí son importantes, pero el gobierno no lo puede aceptar porque le significaría asumir que hizo una crítica despiadada y falsa al gobierno anterior”.

 “Este gobierno prometió dos cosas que además, fueron centrales para el triunfo; uno, crecer y dar buen empleo y dos, seguridad para la ciudadanía. Pero en las dos cosas están flaqueando. No tenemos una situación de seguridad, las cifras muestra incluso un incremento en algún tipo de delitos. Y desde el punto de vista del crecimiento y el empleo, ambas cosas no están bien, o sea, hemos tenido la cifra más alta de desempleo en 14 años. Entonces, las dos promesas básicas se están comportando de manera negativa para los intereses del gobierno”, planteó a Cambio21.

Y entregó un dato: “a 5 meses del gobierno la evaluación positiva y la negativa del Presidente llegaron al mismo punto. Eso, en el gobierno de la Presidenta Bachelet sucedió en diciembre y en el de Piñera en agosto. Y en el gobierno de Bachelet a esta fecha ya teníamos la Reforma Tributaria aprobada, la primera reforma educacional aprobada y habíamos aprobado el primer trámite de la reforma al sistema binominal. Este gobierno ya ha llegado al punto de equilibrio entre la popularidad y el rechazo y cuénteme que reforma importante ha sido aprobada, ninguna. Entonces, no es raro cuando uno escucha a la gente de derecha decir “yo no sé para que ganamos”,

 “Este es un gobierno que se instaló con una dosis de respaldo inusitada , más allá de lo que ellos preveían, segundo con una oposición totalmente fragmentada y en el suelo, con expectativas económicas que ya venían mejorando en el último período de la Presidenta Bachelet, con una gran legitimidad y bueno, a propósito de una gestión que ha sido, en mi opinión, nefasta desde el punto de vista de la gestión política de las cosas están los resultados a la vista. Yo creo que en el caso de la Presidenta Bachelet hay una crítica que puede ser razonable respecto a la gestión política de las reformas, pero en la que va corrido de este gobierno, para ser justos ha sido un sello distintivo de la gestión”, apuntó Andrade.

 En cuanto a la tensión que se advierte entre el gobierno y el empresariado, el ex parlamentario reitera que “el empresariado más ideologizado dice “para qué ganamos”, el más pragmático dice “las cosas que teníamos en proyecto no se están cumpliendo” y los dirigentes gremiales están en una disputa entre sí, Swett y Larraín. Creo que hay una defraudación en el mundo de la derecha y parte del empresariado más ideologizado respecto de la gestión de este gobierno. La frase “para que ganamos” créame que uno la escucha con frecuencia”.

  

   
Foto.-Economista Eugenui Rivera.