El pasado miércoles 20 de septiembre comenzó el período legal de propaganda política de cara a la elección del próximo 19 de noviembre.

 

Y en tal sentido, llamó la atención el gran despliegue de publicidad que en terreno presentó el comando del candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Piñera.

 

El punto neurálgico fue la Plaza Italia de Santiago, lugar de festejos del deporte local, donde decenas de jóvenes con banderas le dieron color y distracción a la tarde capitalina.

 

En cambio, con menos recursos, las restantes candidaturas -Alejandro Guillier (PR-PS-PPD-PC), Carolina Goic (DC), Beatriz Sánchez (Frente Amplio), Marco Enríquez-Ominami (PRO), Alejandro Navarro (PAIS), José Antonio Kast (exUDI) y Eduardo Artés (UPA)- optaron por priorizar puntos de prensa y recorridos con sus adherentes en variados lugares del país.

 

 

Como fue de conocimiento público, Piñera solicitó un préstamo a BancoEstado de mil millones de pesos para financiar su campaña, lo que será complementado con aportes de particulares, patrimonio personal y la devolución que provenga del Servicio Electoral de acuerdo a los votos que obtenga en la primera vuelta.

 

A la inversa, Guillier no pudo acceder a este mismo beneficio bancario, toda vez que por ley -que dicho sea de paso fue aprobada por el actual Congreso Nacional- la entidad estatal no puede prestar dinero a los parlamentarios.

 

 

Ante esta situación, Ernesto Velasco, timonel del Partido Radical, manifestó a Cambio21 que “lo que Chile quiere es que exista una batalla de ideas, no un derroche de recursos, cosa que Piñera puede porque los tiene”.

 

El además candidato a diputado por Coquimbo y La Serena negó que mostrar una campaña pobre sea una debilidad frente a sus demás contrincantes.

 

“La austeridad es un valor social en el que deben prevalecer las ideas. Se gasta lo que se tiene, no lo que no se tiene. Por lo mismo, Alejandro Guillier seguirá mostrando iniciativas basadas en el crecimiento económico sin exclusión, en las reformas estructurales, en la salud, seguridad ciudadana y muchas otras áreas de preocupación”, comentó.

 

 

Según el analista político Davor Mimica, tanto el amplio despliegue en terreno como el jingle presentado por Piñera (versión chilena de la canción de José Luis Rodríguez “Agárrense de las manos”), “son parte del impacto que es propio del primer día de campaña, lo cual sirve para que los medios -Cambio21 incluido- los divulguen en sus respectivas plataformas durante dos semanas”.

 

“El objetivo es llegar a las elites mediáticas, en el sentido que se quiere mostrar que el candidato tiene los recursos y los equipos y que está más preparado para acceder a La Moneda. Nada más profundo, porque no se sabe qué efectos prácticos puede tener un jingle en un contexto de voto voluntario”, expresó a este diario.

 

 

Mucha atención, porque a juicio del comentarista “la pobreza (de una campaña) jamás ha convencido a nadie. Además que de nada sirve poner el foco en las ideas cuando esas ideas a las que se hace alusión no han sido concretas y no están”.

 

Raya para la suma: “no se saca nada con poner en la balanza dinero versus ideas. Primero hay que mostrar esas ideas”, remató Mimica.