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En medio de crisis diputados electos DC no se cierran a acuerdos con la Nueva Mayoría y Chile Vamos

Por Equipo Cambio21
 
Mientras el impacto por la derrota de Alejandro Guillier en la segunda vuelta sigue rondando al interior de la Nueva Mayoría, en la Democracia Cristiana la tensión se hace evidente por el nuevo rol de bancada “bisagra” que ejercerá en la negociación por las presidencias de las dos cámaras y las comisiones legislativas, como asimismo por la postura crítica del grupo “progresismo con progreso” respecto al futuro que debe adoptar la colectividad durante la segunda administración de Sebastián Piñera.
 
Sin rodeos, la exministra Mariana Aylwin dijo sentirse más “identificada” con Chile Vamos que con la centroizquierda y admitió que si no militara en la DC hubiera votado por el hoy mandatario electo en la pasada elección del 17 de diciembre.
 
Por otro lado, la hija del fallecido expresidente Patricio Aylwin expresó que por mucho que le cueste “cruzar la vereda”, se siente más cercana a formar alianzas con la derecha que con la Nueva Mayoría. Además, la dirigenta fue clara en señalar que solo si hay un “acuerdo político” entre la falange y el gobierno que parte en sus funciones el 11 de marzo no tendría problemas en sumarse al Ejecutivo.
 
“No somos un regimiento”
 
Tras los coletazos que generaron las palabras de Aylwin, los diputados electos Pablo Lorenzini y Miguel Ángel Calisto rechazaron la imposición de sanciones que pide un grupo de militantes en contra de las caras visibles del grupo “progresismo con progreso”, entre ellos la mencionada dirigenta, los exministros Pedro García, Eduardo Aninat, Hugo Lavados, Felipe Sandoval, Clemente Pérez y los exfuncionarios de gobierno Álvaro Clarke, Jorge Frei, Manuel Inostroza y Guillermo Le-Fort.
 
En diálogo con Cambio21, Lorenzini declaró que en su calidad de “díscolo y abierto” que “hay que permitir la variedad de opiniones distintas. No somos un regimiento. Yo no aceptaría estar en un partido que fuera un regimiento”.
 
 
“Hay debates y posiciones distintas. Por lo tanto, mientras en general seamos demócratas y cristianos y tengamos una aproximación a los temas, esto de ser más de derecha o de izquierda… si al final lo que se votan son proyectos específicos. Ahí se aterriza si hemos acordado algo como DC, que para allá vamos, que hay un acuerdo que hay que apoyar, en ese sentido se respeta. Yo no soy tan drástico en las opiniones como otros, que dicen que ‘piensas o hablas como yo, si no te vas’. En eso no estoy de acuerdo”, explicó.
 
A su turno, Calisto, que en marzo debuta en el cargo, manifestó a este medio que “el problema de Mariana Aylwin es que emite este tipo de opiniones a nivel personal, lo que es paralelo a la institucionalidad del partido”.
 
“Nosotros tenemos que hacer un trabajo intenso desde el consejo nacional y la junta nacional, que ya está convocada. Ese es el espacio para discutir cuál es el futuro de la DC desde el punto de vista de su ideario, la elección de autoridades territoriales y la política de alianzas”, agregó.
 
Mirando para todos lados
 
Con relación a las jefaturas de las comisiones y las testeras de las dos cámaras, Calisto, nuevo representante por Aysén, remarcó que “independientemente que la DC llegue a un consenso, yo no tengo ningún complejo en tener acuerdos políticos puntuales, por ejemplo, para la Cámara de Diputados con la centroderecha y en el Senado con la centroizquierda”.
 
“Eso no significa que nos vamos a algún lugar o a otro. Son acuerdos puntuales de gobernabilidad de uno de los poderes del Estado. No afecta en nada. Nosotros hoy día somos oposición. La Nueva Mayoría termina el 11 de marzo, lo que es una realidad. Y como se termina este acuerdo político-programático de gobierno, comienza una nueva etapa en la que la DC debe fortalecer sus bases”, insistió.
 
 
El dirigente informó también que “los diputados DC quedamos en conversar los primeros días de enero para las negociaciones de la mesa de la Cámara Baja”.
 
Lorenzini, para terminar, afirmó que “estamos en conversaciones que retomaremos en enero los viejos con los nuevos. Así que estamos tranquilos. La idea es tratar, que no será fácil, de imponer temas y proyectos emblemáticos más que cargos específicos que vaya a mandar el gobierno que sean buenos para la ciudadanía y los que no, no”.
 
“Eso nos importa más que quién es presidente, jefe de bancada o no sé qué. Pensamos más en el trabajo que en cargos”, remató.