Foto de agosto de 1973: José Tohá junto al Presidente Allende y el jefe del Ejército, general Carlos Prats
Luego de más de cincuenta años del crimen del exministro de Interior y Defensa durante el gobierno de Salvador Allende, José Tohá González, este lunes la Corte de Apelaciones de Santiago reabrió un capítulo crucial en la búsqueda de justicia.
La Séptima Sala del tribunal escuchó los alegatos del abogado Nelson Caucoto, representante de la familia Tohá, quien solicitó la reapertura de la causa cerrada en marzo por la ministra en visita, Paola Plaza.
La magistrada dio por terminado el sumario sin acoger las diligencias requeridas por la parte querellante, argumentando que no eran necesarias.
La investigación dejó solo a un acusado —como encubridor— en el caso del asesinato del exministro durante la dictadura militar.
Pero para la familia y sus representantes legales, cerrar el caso bajo esas condiciones constituye un grave error.
“Está probado que José Tohá no se suicidó”, señaló Caucoto ante los jueces.
En la misma línea, añadió: “La dictadura quiso instalar esa versión, pero los informes forenses acreditan que fue estrangulado. Terminar una causa con solo un encubridor es un absurdo jurídico y moral”.
La causa judicial ha tenido un largo recorrido. La reapertura solicitada por la parte querellante se fundamenta en pericias y diligencias aún pendientes que, aseguran, podrían permitir avanzar en la identificación de los autores materiales e intelectuales del crimen.
Una muerte que sigue sin responsables
José Tohá fue arrestado el 11 de septiembre de 1973 y permaneció detenido en distintos recintos militares, incluyendo la Isla Dawson y la Academia de Guerra Aérea.
El 15 de marzo de 1974, fue encontrado sin vida en el Hospital Militar.
La dictadura de Pinochet afirmó que se trató de un suicidio. Sin embargo, su exhumación en 2010 y los análisis forenses posteriores concluyeron que murió por intervención de terceros.
La explicación del "suicidio" de Tohá fue un absurdo: El exvicepresidente de la República -reemplazó a Allende varias veces cuando viajó al extranjero- y el exministro media cerca de dos metros. Y la dictadura señaló que se suicidó, en un closet de la pieza donde estaba internado y enfermo por las torturas. Y el closet media un metro y 70 centímetros de altura. Todo burdo como todo lo que ocurrió en la dictadura.
Caucoto explicó que en el caso existen al menos tres figuras penales: aplicación de tormentos, secuestro y homicidio calificado. Solo uno de estos crímenes tiene a un procesado, y como encubridor.
Carolina Tohá se emociona
Emocionada, la exministra del Interior e hija de José Tohá, Carolina Tohá, también asistió a la audiencia. Tras escuchar el resumen del caso, reafirmó la necesidad de avanzar.
“Fue impactante oír nuevamente los antecedentes. Si el Estado concluye que hubo un homicidio, no puede dejarlo ahí. Hay que conocer la verdad completa: quién lo hizo, cómo y por qué”, puntualizó.