Militante de la UDI, Isabel Plá Jarufe ha cultivado un bajo perfil al interior del partido, aunque no por eso con menos peso político. En 2009 se desempeñó como vicepresidenta, desde donde coordinó el programa de formación para mujeres líderes y cobró mayor visibilidad cuando le tocó ser vocera de la colectividad.
La ex concejala por Peñalolén, fue asesora parlamentaria por 20 años, siendo muy cercana de la ex diputada María Angélica Cristi. Ahora último, Plá era activa columnista del medio El Líbero y era parte del equipo de la Fundación Avanza Chile, organización liderada por el presidente Sebastián Piñera tras finalizar su primer gobierno, en 2014, ejerciendo un fuerte rol opositor al gobierno de Bachelet.
A partir del 11 de marzo próximo, Isabel Plá asumirá la cabeza del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Desde ese frente le tocará implementar la ley que despenaliza el aborto en tres causales, iniciativa impulsada por la actual administración donde la ministra de la Mujer Claudia Pascual jugó un rol protagónico para su aprobación en el Congreso.
Sin embargo, Plá es detractora de la nueva ley. En 2013, dio una entrevista a La Segunda donde mostró su postura: “Estoy muy en contra del aborto, le pongan el apellido que le pongan. Tengo plena certeza de que en Chile existen todos los avances científicos para salvar situaciones que se han planteado como justificaciones para practicar un aborto terapéutico. El día que tenga que cambiar una posición en un tema tan clave como ese para ganarme la simpatía de alguien, me voy de la política”.
En 2015, cuando recién se iniciaba el debate para despenalizar el aborto, Plá manifestó en una columna una serie de argumentos en contra:
“La libertad de hombres y mujeres a decidir sobre su vida sexual y reproductiva no está en cuestión, sino hasta el momento en que su ejercicio anula la libertad y la dignidad de otro. ¿Por qué debe reconocerse a la libertad y los derechos de quien puede sostenerse sobre sus pies, un estatus superior al de quien se prepara silenciosamente para comenzar a respirar con sus propios pulmones?”
“En vez de avergonzarnos, deberíamos sentirnos orgullosos de que nuestro país, tal como antes frente a la esclavitud, marque hoy una diferencia significativa ni más ni menos que respecto a la vida y la dignidad del que está por nacer”.
“Nadie es indiferente ante un delito que atropella de la manera más brutal la intimidad de una mujer ni ante la repulsión que nos genera imaginar la violación de una hija. Con la misma delicadeza que reconocemos en esa niña o mujer a una víctima que necesita apoyo muy especial, me pregunto, por qué un delito deleznable debe justificar la interrupción de una vida; y por qué tan a menudo nos quedamos con la sensación de que para el gobierno de la Presidenta Bachelet es más urgente legalizar el aborto por violación, que la persecución penal sin tregua contra el violador”.