Por Equipo Cambio21
Los cinco acuerdos nacionales que propuso el Presidente Sebastián Piñera, infancia (reforma al Sename), seguridad ciudadana (policías), salud, pobreza y paz en La Araucanía, sumado a la salida del general director de Carabineros, Bruno Villalobos, y el frenazo a la designación del fiscal Luis Toledo como notario de San Fernando, marcaron sus primeras horas en el ejercicio del cargo.
Más allá del arduo proceso de negociación que protagonizarán el oficialismo y la oposición respecto a estos y otros temas, como por ejemplo la demanda boliviana en La Haya, tres analistas consultados por Cambio21 se refirieron a la “batalla ideológica” que comenzó a darse entre ambos sectores desde el mismo 11 de marzo.
Uno de ellos, el académico de la Universidad Central Marco Moreno, sostuvo que “el solo hecho de que se avance en la reforma del Sename (Servicio Nacional de Menores), que es un campo natural de la centroizquierda, demuestra que hay una disputa de espacios evidente”.
“Esta derecha, y en especial Piñera, llegan no solo con la mirada económica y de batalla contra el desempleo, sino que además con la postura de iniciar una segunda transición”, agregó.
Para Esteban Silva, sociólogo y dirigente del Frente Amplio, “la crisis institucional y de representación y de credibilidad no resuelta que afecta a toda la institucionalidad chilena (Gobierno, Parlamento y Justicia)”.
Este factor, a su juicio, “abrirá una disputa y una batalla ideológica entre la derecha y las izquierdas, pero cuya característica mayor será una disputa entre los sectores que defienden el modelo económico neoliberal actual versus los antineoliberales, que son los buscan un cambio estructural de fondo”.
La batalla está en la izquierda
Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca, descarta que haya una batalla ideológica entre unos y otros.
“En Chile, de acuerdo a las opiniones de los ciudadanos, el eje izquierda-derecha, tiene menor sentido en relación a lo que sucedía en los ’90. Si bien sigue siendo el eje ordenador de las preferencias partidarias, al final conviven con una identificación en los partidos extraordinariamente baja, que no llega al 20%”, explicó.
“Por lo tanto, el que tengamos un gobierno de derecha y una izquierda fragmentada augura más una batalla ideológica en la izquierda que en la derecha. Es ese sector el que tiene una lucha intestina. En cambio la centroderecha está unida en torno al gobierno”, insistió.
En su opinión, “Piñera se dedicará a mostrar cifras, a gestionar mucho mejor que su primer gobierno, a no tener propuestas grandilocuentes y a respetar los cinco ejes que señaló en su discurso inaugural”.