La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó en Ginebra la atención sobre los riesgos que el COVID-19 ha supuesto para los derechos humanos y pidió que los planes de recuperación económica y social los tengan como hoja de ruta.
Según la ex Presidenta de Chile, a seis meses de la aparición de la enfermedad "está claro que esta epidemia amenaza tanto la paz como el desarrollo, y que exige más derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, no menos. La pandemia debería impulsarnos a adoptar medidas fuertes y transformadoras para aumentar las poderosas protecciones que las políticas basadas en los derechos humanos pueden proporcionar, promoviendo la salud pública, la confianza pública en la orientación oficial y una mayor capacidad de recuperación social y económica".
Añadió que este desafío también "exige urgentemente un liderazgo basado en la claridad, la evidencia y el principio para proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad y abordar las profundas desigualdades que aceleran la incidencia y el impacto de la pandemia".
"Los miembros de las minorías raciales y étnicas y los pueblos indígenas tienen más probabilidades de morir de Covid-19"
De acuerdo a lo que señaló Bachelet, en numerosas partes del planeta las cifras indican que "los miembros de las minorías raciales y étnicas y los pueblos indígenas tienen más probabilidades de morir de COVID-19 y son los más afectados por sus consecuencias socioeconómicas. Esto es particularmente cierto en el caso de las personas de ascendencia africana que, en todas las áreas de la diáspora afrodescendiente, continúan enfrentando una educación desigual; servicios y acceso inadecuados a la atención médica; e intersección de formas de discriminación estructural que los ponen en primera línea en los llamados trabajos esenciales que profundizan su vulnerabilidad".
La amenaza que representa el coronavirus para el género femenino es otro aspecto de preocupación para la funcionaria de la ONU: "COVID-19 agrava la exclusión y la discriminación que sufren las mujeres y las niñas: su falta de protección social, derivada de su concentración en trabajos informales, de bajo estatus y mal remunerados; su carga del cuidado de niños y ancianos; y la continua exclusión de las mujeres de la toma de decisiones. La violencia de género generalizada también ha crecido en los últimos meses, con un mayor número de usuarios de líneas directas para violencia doméstica. Esta situación corre el riesgo de revertir los logros para la salud de las mujeres, la participación económica y la igualdad de derechos".
"La censura y la criminalización del discurso probablemente supriman la información crucial"
Junto a lo anterior, sumó a las personas que pertenecen al rango etario de adultos mayores asegurando que "sufren el mayor número de muertos y los peores daños médicos. Las impactantes tasas de contagio y muertes en residencias sugieren deficiencias profundas en el enfoque adoptado por algunas autoridades nacionales sobre el impacto de la pandemia en el sector de hogares de cuidado, así como la calidad de la vigilancia médica y los servicios que brindan".
Finalmente, extendió un llamado "a todos los líderes mundiales a que comprendan la importancia vital de este momento y tomen medidas inmediatas para apoyar el trabajo de las instituciones multilaterales que luchan por ayudar a los países y las personas en esta crisis".
Asimismo, hizo hincapié en que "la censura y la criminalización del discurso probablemente supriman la información crucial necesaria para abordar la pandemia. Y solo el respeto a sus derechos, incluido el derecho a participar en una toma de decisiones transparente y responsable, inspirará a las personas a confiar en las políticas adoptadas por sus gobiernos".