El día posterior a las votaciones entregó una variedad de nombres que muchos no esperaban. Entre los que se van y los que llegan, la ciudadanía y los expertos no siempre pudieron atinar al ganador.

 

 

Directamente desde la televisión y el mundo del espectáculo, las elecciones dejaron nombres estelares de algunos nuevos diputados.

 

Primero, aquellos que dejaron la televisión para dar el salto a la Cámara: Pamela Jiles, la periodista que marcó tendencia en programas de farándula, salió electa diputado por el distrito 12 representando al Partido Humanista.

 

Misma suerte corrió Carolina Marzán, actriz de que participaba en la serie “Los Venegas”, interpretando a Paola, la hija de la familia, será diputada del distrito 6 representando al PPD.

 

Por el lado de los músicos, Flor Motuda, nombre artístico del cantante Raúl Alarcón, quien salió como diputado por el distrito 17, patrocinado por el Partido Humanista. Asimismo, Amaro Labra, cantante fundador del grupo Sol y Lluvia, logró un cupo en la Cámara por el distrito 12 representando al Partido Comunista (salió gracias a la alta votación de su compañera de lista Camila Vallejo).

 

Desde los reality viene el candidato de Renovación Nacional Andrés Longton, quien consiguió un cupo como diputado por el distrito 6. Por su parte, Maite Orsini hoy flamante abogada, quien cumpliera roles en varios programas de televisión, consiguió un cupo como diputada por el distrito 9, representando a Revolución Democrática.

 

 

Para el analista político Alejandro Olivares este tipo de incursiones no deben ser vistas como algo tan taxativo ni determinante puesto que “quedaron fuera algunos nombres bastante conocidos en la televisión y los medios, como Pablo Galdames y David Henríquez, lo que nos hace distinguir en las características individuales del candidato”, explica.

 

“Entre los nombres mediáticos, me parece que Maite Orsini y Flor Motuda llevan un tiempo ligados con un partido político, a los que se les podría restar la relevancia, no así como Erika Olivera y Sebastián Keitel y Andrés Longton”, recuenta el analista.

 

Sobre un posible agotamiento de la política nacional discrepa puesto que “estos nombres vienen a posicionarse como nuevos y variados, pero se debe hacer notar que las principales mayorías fueron obtenidas por políticos a la antigua y de trayectoria”, completó.

 

 

Por su parte, el cientista político Patricio Gajardo mira con cuidado este tipo de triunfos puesto que “una cosa es la renovación de liderazgos y otra la personalización de la política. Esto porque la gente muchas veces busca vota por personas a raíz de una decadencia de los partidos y de la política como una forma de sostén social”, revela.

 

“Ha quedado claro que la gente en muchas oportunidades vota por un rostro conocido, situación que en nuestro país no siempre ha sido así, temática que se ha ido cambiando con el paso de los últimos años. Refleja un voto ligado a un carisma antes que ha reales capacidades”, comenta Gajardo.

 

Para muchas personas la determinación de por quién votar se da “en muchos casos por un dato, dado a la poca información, algo que se pudo apreciar en la votación de Cores. Aquí se evidenció que el reconocimiento ciudadano pesa más que el aporte político. Esto puede indicar una clara evolución del mundo político nacional”, finalizó.