El periodista Rafael Otano es el autor del libro “Crónica de la transición”, texto que recoge los nombres y decisiones políticas que marcaron el fin de la dictadura militar y el retorno a la democracia en Chile. Y la participación de Melnick como consejero de Pinochet.
Otro golpe a Sergio Melnick: "Trató de variar la Constitución para desconocer el resultado del plebiscito”
El diario online The Clinic publicó una entrevista al periodista Rafael Otano, profesional que ha centrado su trabajo en estudiar y comprender el cambiante escenario de la política chilena entre 1960 y 2010.
Así como el dice, “medio siglo que en el mundo generó un montón de cambios, pero que aquí instauró un verdadero récord de modificaciones sociales y políticas”.
El periodista es el autor del libro “Crónica de la transición”, texto que recoge los nombres y decisiones políticas que marcaron el fin de la dictadura militar y el retorno a la democracia en Chile, donde se empeña en contar una historia “honesta, lejos de aquella que busca quedar bien con el público y que se llena de lugares comunes”.
En esta línea, asegura que el eje de la transición fue “el tema constitucional”, luego de que “se aceptara una Constitución hecha a la medida del dictador y sus intereses, que al mismo tiempo asegurara perpetuar su herencia”.
Sin embargo, en el libro mencionado, Otano rescata un episodio olvidado y que revela la intención que tuvieron algunos miembros del gabinete de Augusto Pinochet de modificar la carta magna de 1980, con el objetivo de desconocer su derrota en el plebiscito del 89 y poder mantenerlo como jefe de Estado.
Frases
Al comentar cómo se originó esta idea y quienes participaron en ella, Otano dijo que “en el contexto posterior al resultado del plebiscito, Pinochet tuvo 18 meses para hacer prácticamente lo que quisiera. Eso ya marca una diferencia respecto a cómo se abordó el fin de la dictadura acá en relación a otros países. Fue durante ese período en que Hugo Rosende, entonces Ministro de Justicia, y Sergio Melnick, a cargo de Oficina de Planificación Nacional (Odeplan), plantearon la idea de variar la Constitución para que Pinochet desconociera el resultado del plebiscito y siguiera a la cabeza del gobierno. Aunque no tuvo mucha cabida la idea, fue mejor recibida que la propuesta por los denominados Misioneros de Pinochet, que promovieron el nombramiento de Lucía Hiriart como candidata presidencial”, explicó.
Sobre las modificaciones constitucionales que se buscaban establecer Otano dice que “eran trampas políticas-jurídicas que, de haber estado convencidos, lo habrían hecho sin muchas dificultades. Finalmente desecharon la idea porque se dieron cuenta que no quedaban tan desarmados con el nuevo sistema político”.
Melnick en una imagen de archivo, en sus tiempos de ministro.
Sobre el cuestionado Sergio Melnick, el periodista lo describe por sus funciones en dictadura.
“Pinochet pasó por varias etapas en cuanto a ideas políticas. Se asesoró con muchas personas a lo largo de la dictadura, según los planes que tenía. En este sentido, Sergio Melnick llegó a ser un hombre muy escuchado a fines del proceso, cuando se fraguaba la vuelta a la democracia y existían voces del pinochetismo que despreciaban esta idea, que eran los que se ubicaban más a la derecha del espectro político”, comentó.
Sobre Melnick dice: “Era un pinochetista acérrimo. Siempre ha sido un personaje muy astuto, muy bien preparado y con un cerebro que todavía funciona a plenitud. Por eso se transformó en un asesor muy cercano a Pinochet, era consultado frecuentemente ante temáticas relevantes, como decisiones políticas en torno a pactos de consenso con el poder entrante. La cúpula del poder de la época valoraba su inteligencia y su proactivismo”.
¿Era así la realidad?
Para el diputado Comunista Daniel Núñez, otro que se enfrentó a Melnick, interpelarlo es importante porque “es absolutamente necesario cuestionar su rol como ministro de Pinochet y su participación en la obra política de la dictadura, pero es un imperativo ético imprescindible denunciar a quienes callaron frente a las violaciones de los DD.HH.”, afirmó poco después de la controversia con Beatriz Sánchez.
Sobre las responsabilidades de los civiles en dictadura, Núñez es firme. “Hubo quienes pudieron salvar vidas intercediendo ante el propio dictador, como lo pudo haber hecho Melnick en su condición de ministro. Es aún más escandaloso que algunos de estos personajes sean, más encima, incapaces de reconocer su responsabilidad y, al menos, pedir perdón”, aseguró.
Para el abogado, y candidato a diputado por el distrito 8 del Frente Amplio, Ricardo Camargo, hay algo que Melnick no ha conseguido entender.
“La decencia que reclamó Sánchez no es la de excluir a alguien del foro (porque Melnick sigue como panelista), sino de convocarlo a responder por sus responsabilidades políticas pendientes con la comunidad, a interpelarlo, hacerlo salir de su impunidad. Es, por tanto, una decencia profundamente democrática la que se enarbola”, describe.
Sobre la denuncia hecha por Melnick de estar siendo censurado, el abogado le dice que “tendría que recordar las editoriales de varios periódicos influyentes de la dictadura. Censura es lo que ejercen los poderes institucionales para acallar ideas o personas, y es lo que hacía la dictadura de Pinochet de la cual fue Ministro”, insistió Camargo.
“Durante el período en que fue Ministro ocurrió la matanza de Corpus Cristi de abril de 1987 (Operación Albania), en que 12 jóvenes chilenos fueron acribillados por la policía secreta de Pinochet. Ese mismo año, 5 jóvenes fueron hechos desaparecer, ignorándose hasta el día de hoy su paradero. ¿Qué ha dicho, políticamente, Melnick de esto? Nada”, concluyó el abogado.
Para la periodista Nancy Guzmán la figura de Sergio Melnick sufre un constante “blanqueo” mediático, pero, “lo que uno pueda pensar como persona debe ser contrastado con la historia y con los datos. Es preciso saber que Sergio Melnick trabajó junto a Miguel Kast, en lo que era Odeplan. Lo que fue el organismo de la dictadura que delineó los parámetros de lo que ahora tenemos como economía de mercado y liberal. Él fue responsable de la destrucción del sistema de bienestar que existía en el país”, explica la investigadora.
“Melnick no solo es una persona proPinochet y prodictadura, sino que es uno de los que trabajó para desarticular todo el sistema de protección social que tenía el país. El Estado que existía él se encargó de eliminarlo. Las privatizaciones y la venta de bienes del Estado, en todas Odeplan está detrás. Melnick tuvo un rol importantísimo. Sería bueno saber qué entiende Melnick como democracia”, concluye Guzmán.