El proyecto que reajusta el salario mínimo, que establece 500 mil pesos a julio de 2024, se votará este miércoles en la Cámara de Diputados y ya desde la bancada del Partido Republicano adelantó que rechazará la iniciativa.
El texto establece que el 1 de mayo de 2023, el salario mínimo se eleva a 440.000 pesos para los trabajadores y trabajadoras mayores de 18 años de edad y de hasta 65 años. Y que, luego, a contar del 1 de septiembre, se suba a 460.000 pesos, para volver ascender, a contar del 1 de julio de 2024, a 500.000 pesos.
El diputado republicano Juan Irarrázaval justificó su decisión de rechazar la propuesta indicando que "no seremos cómplices de una medida que destruirá a la gran mayoría de las Pymes y que atentará directamente contra la generación de empleos".
"Quién más que los republicanos nos gustaría que todos los trabajadores tuvieran un sueldo de 500 mil pesos e incluso superior a esta cifra, pero la verdad que los reajustes salariales que están desalineados del crecimiento de la productividad laboral generan sólo efectos negativos en el empleo, en particular entre los que tienen menor experiencia laboral y menor nivel educativo", agregó.
Según Irarrázaval, la medida "provocará un efecto en el aumento de la informalidad y dado el delicado escenario económico actual, no podemos caer en la irresponsabilidad de aprobar esta iniciativa populista y poco efectiva".
El parlamentario añadió que "este es un proyecto además atenta contra la igualdad. Mientras algunos van a tener el beneficio de subir su sueldo a 500 mil pesos, otros van a perder su trabajo, porque muchas de las micro, pequeñas y medianas empresas no tendrán las espaldas para poder hacer frente a esta nueva imposición".
"Estamos viviendo técnicamente un periodo estanflacionario y este tipo de medidas, sumado a lo que ocurrió con el proyecto de las 40 horas, sólo empeoran el contexto económico y la calidad de vida de las familias chilenas en el futuro", sostuvo.
El diputado republicano aseguró que "el Gobierno, desconociendo un acuerdo amplio de todos los sectores económicos y políticos el año pasado, decide activar este proyecto en peores condiciones económicas y acorrala a las Pymes para que acepten sus exigencias a toda costa".
"Se entiende que el Ejecutivo esté desesperado por mostrar algún logro ante la ciudadanía, pero es irracional que aun sabiendo que gran parte de las pequeñas y medianas empresas generan cerca del 53 por ciento del empleo en Chile ahora se les quiera castigar brutalmente. Una eventual aprobación de esta medida terminará de liquidar a muchos emprendedores que hoy están subsistiendo a duras penas", finalizó.