Por María Cristina Prudant
La senadora del PPD, Adriana Muñoz quien actualmente integra las Comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Derechos Humanos está dispuesta para despachar una ley de pensiones que sea una realidad y no un sistema que no entrega buenas pensiones sino parches por el momento lo que a su juicio significa que el gobierno y la derecha no entiende nada de lo que está pasando en Chile. Fue la primera mujer en ocupar el cargo de presidenta de la Cámara de Diputados y ahora, el próximo 17 de marzo asumirá la presidencia del Senado, luego de los acuerdos de los partidos de oposición.
¿Qué evaluación hace usted de los dos primeros años del gobierno de Piñera? Yo creo que el país entero lo está diciendo, que ha sido un mal gobierno, que no ha desplegado la agenda que instaló como parte de un programa de gobierno y, además de aquello muestra una lejanía con lo que ha estado pasando desde el 18 de octubre. Entonces, creo que ha sido un muy mal gobierno que ha ido de mal en peor como se dice.
No ha cumplido con lo que ofreció durante la campaña presidencial y frente a los nuevos hechos acaecidos en el país su comportamiento ha sido bastante errático. ¿Qué le parece a usted? No ha tenido ninguna conexión, no ha conectado con las demandas, no ha escuchado, no ha sensibilizado, ha decidido una posición frente al resguardo de las movilizaciones, a la búsqueda de control y seguridad que un gobierno tiene que hacer por cierto. Pero ha caído en situaciones de violaciones a los derechos humanos que tampoco ha reconocido, incluso ninguno de los informes que 5 organismos nacionales, internacionales han entregado, el gobierno no las ha reconocido. En los hechos tenemos alrededor de 30 personas fallecidas, más de 400 mutilados en sus ojos, cinco han quedado ciegos.
En materia de derechos humanos el gobierno ha tenido muy mal desenvolvimiento y creo yo que ese es uno de los puntos más débiles que resultan de todas las movilizaciones a partir del 18 de octubre, además de no escuchar cuál es la profundidad de las demandas de cambio que está haciendo la ciudadanía y ha respondido insistiendo en su agenda social que, en realidad no cambia nada y eso creo yo ha enardecido e irritado aún más los ánimos de la gente movilizada.
¿Usted coincide con quienes señalan que al gobierno y la derecha se les ha convertido en casi una obsesión el tema del orden público y la violencia, al punto de amenazar con que a lo mejor no se puede realizar el plebiscito. ¿Qué opina?
Sí, creo que el gobierno está usando las movilizaciones un poco más extremas, que más bien, para mí, son actos delictuales o manifestaciones que desencadenan en actos violentos y confrontación con la policía, que yo no comparto, creo en la movilización social pacífica ciudadana y todos aquellos actos que hoy estén provocando incendios, destrucción de verdad no los comparto para nada, pero tampoco comparto que el gobierno se esté parapetando detrás de esos actos, que son bastante aislados, para señalar que el escenario para desarrollar el plebiscito y cambio de Constitución, se ve intervenido, entorpecido, que no hay seguridad para llevar a cabo estos procesos. Entonces, en realidad la derecha firmó un acuerdo y después lo borró con el codo porque en definitiva no quieren cambiar la Constitución de Pinochet y Guzmán, que protege el sistema económico de libre mercado que tenemos en el país.
Entonces, hoy aparece también el coronavirus como un factor que va a entorpecer. He leído al ministro (Salud) Mañalich que señala que el coronavirus puede complicar la realización del plebiscito. Entonces, están buscando cualquier elemento para no llevar a cabo un acuerdo que fue completo, total de todas las fuerzas políticas que tienen representación en el Parlamento y sencillamente buscan cualquier resquicio para no llevar a cabo el plebiscito y cambio a la Constitución.
En cuanto a la agenda legislativa del gobierno. Hay una serie de proyectos que quieren despachar como el de la infraestructura crítica. ¿Usted cree que esa iniciativa es válida?
Hoy día el gobierno tiene facultades para movilizar a las tropas, al ejército en determinadas situaciones. Creo que es una respuesta que da el gobierno a la situación de movilización que ocurre hoy en el país y es una respuesta lo menos inteligente que puede haber en el sentido que es fuerza, amedrentamiento y eso ha generado más malestar en la ciudadanía, entonces toda la agenda represiva que ha empleado y si no le hace el peso eso digamos a la debilidad de la agenda social que hemos conocido que son los mismos anuncios que hizo en su campaña, las pensiones no se ha movido un ápice, para intentar mantener el mismo sistema de AFP.

Entonces, aquí hay un desbalance una agenda muy protegida versus una agenda social muy débil.
El gobierno está presionando al Senado para que apruebe la reforma previsional y al parecer hay un acuerdo para tomarse más tiempo para analizarla
Nosotros creemos que muestra una torpeza el gobierno al tener esta actitud ante el Parlamento, o sea, hostil, agresiva de un proyecto de la magnitud que es el de pensiones plantearlo casi en una lógica de fácil despacho, eso en un gobierno que está debilitado, un Parlamento que está deslegitimado creo que no ayuda a que entre todos fortalezcamos la institucionalidad y además de eso podamos tener un buen proyecto, una buena ley. Entonces, fue un error permanente del gobierno el trato al Parlamento y por otro lado, la resistencia a hacer cambios a las propuestas que el gobierno tiene porque para eso estamos en el Parlamento, para discutir, conversar, cambiar y en eso estamos absolutamente disponibles.
Nosotros tuvimos una reunión, como senadores de oposición de la Comisión de Trabajo con la ministra (María José Zaldívar) y le planteamos que no era aceptable el tono con que están tratando a la oposición y al Parlamento, en la tramitación de este proyecto. Aquí hay que buscar una forma respetuosa y dialogante en torno a un proyecto de ley, a un tema de tanta trascendencia como son las pensiones y que por cierto, nosotros tenemos toda la disposición a trabajar duramente, con comisión y sesiones especiales, pero no con una urgencia que es absolutamente inviable y eso el gobierno lo sabe y lo hace, yo creo, con un diseño político erróneo que tiene el gobierno de trato al Parlamento y también a la oposición.
Entonces, lo que concordamos es que vamos a definir un taiming de trabajo con el propósito de primero, abocarnos a resolver los temas que suponemos que son de más fácil despacho y dejar, los dos o tres temas de más complejidad donde tenemos más diferencias, dejarlos en un trabajo paralelo con un equipo técnico de los senadores de oposición, que nosotros hemos formado, trabajen con el equipo técnico de la ministra del Trabajo y de esa manera ir resolviendo con mayor celeridad, pero sin dejar de lado la rigurosidad y la profundidad de los estudios que tenemos que hacer, mientras nosotros debatimos los temas más generales del proyecto que los equipos técnicos nos hagan una propuesta de cómo podríamos ir resolviendo las diferencias que tenemos y arribando a acordar disposiciones del proyecto.
Hay parlamentarios de derecha que dicen que la oposición está impidiendo que las personas les puedan subir las pensiones porque quieren que la ley salga después del plebiscito. Todos titulares que han instalado los diarios de gobierno porque no entienden que estamos en un país en crisis y una de las reivindicaciones, las demandas más de fondo que ha hecho el país es tener un sistema de previsión más justo, digno y que pague buenas pensiones. Entonces, si ellos creen que este proyecto del gobierno va a cumplir con esa demanda están muy equivocados. Entonces, hoy día lo que nosotros hemos reclamado es el trato que se le da a la previsión, el trato que se le da al Parlamento, en medio de un país en crisis, entonces se evidencia una vez más que el Presidente y su gobierno y los parlamentarios de derecha no entienden nada de los que está pasando en el país, siguen trabajando desde la imposición de sus planteamientos, no quieren tocar el sistema AFP entonces envuelven esa razón de fondo que tienen para disponer con celeridad un proyecto que no es bueno, que no va a pagar buenas pensiones, que va a seguir manteniendo un sistema de capitalización individual fracasado como son las AFP, lo esconden detrás de este diseño político que han hecho de las urgencias, de arrinconar a la oposición frente a los pensionados. Creo que eso muestra a un gobierno que no entiende nada y actúan de una manera, yo diría, bastante irresponsable por la profundidad de la crisis que iste hoy en Chile.
Nosotros hemos sido súper responsables: Nunca hemos propiciado un quiebre institucional Considera usted que en la medida que se acerca el plebiscito son más fuertes las acusaciones y recriminaciones de la derecha en contra de la oposición. ¿Cómo reciben todos los ataques?
Eso expresa un diseño político erróneo del gobierno para enfrentar la crisis porque, el gobierno, no sé si no se habrá dado cuenta que la oposición, la centroizquierda hemos tenido una actitud absolutamente responsable frente al descalabro del gobierno. Nosotros en ningún momento hemos propiciado un quiebre institucional, que el Presidente sea acusado constitucionalmente y tenga que abandonar su cargo como lo han propiciado algunos. Nosotros la centroizquierda no estamos de acuerdo con aquello porque sabemos lo que significa como el del año 73 que propició la derecha y que terminó con un golpe de Estado brutal y muchos de nosotros, que hoy somos oposición, que estamos en el Parlamento, en distintos lugares, somos víctimas de ese gran quiebre institucional, ese gran error político que se cometió en esa época. Entonces, no sé si el gobierno habrá calibrado la responsabilidad nuestra de mantener y sostener la institucionalidad, la figura del Presidente de la República, nos guste o no fue elegido por voto popular democráticamente y esa ha sido nuestra gran decisión, de que esto, aunque sea un mal gobierno, tenemos que mantener la institución presidencial porque estamos en un país democrático.
Si el gobierno no ha querido leer aquello y busca a través de estas escaramuzas decir que nosotros no nos hemos pronunciado contra la violencia, es parte de un diseño equivocado, egoísta, muy pequeño de no darse cuenta que nosotros igualmente podríamos decir que no hemos escuchado ninguna manifestación real de parte de los parlamentarios de la derecha y del propio gobierno en relación al informe de cinco instituciones de derechos humanos nacionales, internacionales que establecen graves atropellos y violaciones a los derechos humanos ocurridos en el país.