La Comisión de Ética amonestó a la diputada de Revolución Democrática (RD) Maite Orsini por incumplimiento de deberes parlamentarios tras el llamado telefónico que le hizo a la jefa de la Dirección de Derechos Humanos de Carabineros, Karina Soza, ante un procedimiento que involucró al exfutbolista Jorge “Mago” Valdivia.
La legisladora había sido apuntada por “eventual tráfico de influencias” luego del contacto que tuvo con la general de la institución ante el llamado que Valdivia le hizo el 25 de enero desde Chile, cuando ella se encontraba en La Habana (Cuba) para participar en el congreso Nuevo Orden Economía Internacional.
El exfutbolista le dijo a Orsini que personal de la Trigésima séptima Comisaría de Carabineros lo controló cuando estaba trotando en un parque de Vitacura, y, al no portar su cédula de identidad, se generó una discusión que finalmente terminó con su detención y siendo esposado por la autoridad.
Valdivia también acusó una serie de irregularidades en el procedimiento al interior del cuartel policial.
La parlamentaria sostuvo que lo que le comentó no se ajustaba a derecho y luego de conversar con el ídolo de Colo Colo, decidió llamar a Soza para exponerle el caso.
Luego de revelarse el llamado telefónico, la situación causó molestia en parte del mundo político, sobre todo en sectores de la oposición.
Esto derivó en el que los diputados de la Unión Demócrata Independiente (UDI) Jorge Alessandri, Juan Fuenzalida, Cristhian Moreira, Gustavo Benavente, Daniel Lilayu, Cristian Labbé y Joaquín Lavín presentaron un requerimiento en la comisión en contra la parlamentaria oficialista, acusando que había infringido “lo dispuesto en los números 1. y 3. del artículo 346 del Reglamento de la corporación, a raíz de un eventual tráfico de influencias”.
Los gremialistas acusaron que Orsini usó “en beneficio propio, de parientes o de terceros, la información reservada o privilegiada a la que tuvieren acceso en razón de la función que desempeñan” e “indebidamente el título oficial, los distintivos o el prestigio de la corporación para asuntos de carácter personal o privado”.
Finalmente, la comisión resolvió por mayoría amonestar a la diputada con una multa del 5% de su dieta parlamentaria, es decir, cerca de $270.000. No obstante, los legisladores de la instancia no acordaron aplicarle la máxima sanción de “censura”, consignó La Tercera.
Tras revelarse la sanción, lo que hasta la noche del martes fue mantenido en silencio por el diputado del Partido Socialista (PS) y presidente de la Comisión de Ética, Nelson Venegas, a la espera de la redacción de la sanción y notificación a Orsini; la diputada señaló al medio citado: “No he sido notificada del fallo y me parece del todo improcedente que se filtre a la prensa antes de que yo pueda conocer su contenido, contraviniendo abiertamente lo que señala el reglamento de la Cámara sobre los procedimientos de la Comisión de Ética. No tengo la resolución y, si es así, vamos a estudiar el fallo y los recursos que correspondan”.
“Tengo la absoluta certeza de que no he cometido ninguna falta a la ética y resulta incomprensible que una comunicación entre autoridades sea entendida como tal. Estudiaremos el fallo y no descarto utilizar ninguna herramienta que me otorgue el Reglamento de la Corporación e, incluso, herramientas legales de ser necesario, para determinar mi absoluta inocencia en este tema”, sentenció.