Tras la elección parlamentaria del domingo 19 de noviembre, hubo un conjunto de partidos que no logró obtener el mínimo de votación (3% en tres regiones contiguas u ocho en total) o el número de escaños obligatorios que exige la ley 20.914 sobre fortalecimiento de las colectividades (3) para poder seguir existiendo.

 

En la lista de 15 entidades están la Izquierda Ciudadana, el Partido de los Trabajadores, el Partido Ecologista Verde, el PRI, el MAS, Democracia Regional Patagónica, Todos, País, Partido Liberal, Igualdad, Amplitud, Poder, PRO, Ciudadanos y Unión Patriótica.

 

 

Para evitar el fin del partido, la legislación ofrece la opción de fusionarse unos con otros, pero antes de los dictámenes oficiales que entregue el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).

 

Los caminos a seguir son tres: citación de los consejos generales de los colectivos que van a unirse, redactar un acuerdo conjunto con los nombres de los partidos y legalizar este trámite con una escritura pública, con supervisión del Servel.

 

 

Alejandra Bravo, presidenta del PRI, comentó a Cambio21 que la colectividad comenzó el trámite de fusión junto a Democracia Regional Patagónica (que tuvo como precandidato presidencial a Franco Parisi), que “es un partido pequeñito que tampoco logró el objetivo de sumar el 3% de los votos o elegir diputados en 3 zonas contiguas”.

 

 

“Son viejos amigos democratacristianos con los que llevamos dos reuniones a cargo de los secretarios generales, Eduardo Salas y Carlos Pérez, para avanzar en las conversaciones. Creemos que vamos a llegar a buen puerto y que nos vamos a unir, lo que significa la sobrevivencia legal del partido”, declaró.

 

“El PRI cuenta con un capital político de 50 concejales, 3 alcaldes y 5 cores recientemente electos con 160 mil votos. Por lo mismo, tenemos una responsabilidad con eso. Estamos activamente trabajando en las regiones, con quienes fueron candidatos, para aportar y capitalizar apoyos de cara a la segunda vuelta”, agregó.

 

 

Pablo Lira, analista electoral, se refiere a que haya partidos con al menos un legislador electo, pero con problemas para seguir existiendo legalmente.

 

“Creo que constituye una discusión seria respecto a si tenemos muchas colectividades buscando agrandar el abanico de elección para la ciudadanía o si queremos establecer menos colectividades, pero mejores”, indicó a este medio.

 

En su opinión, los nuevos “son partidos con objetivos meramente electorales, pero que no tienen los militantes necesarios para mantenerse. Sin embargo, las posibilidades que entrega la nueva ley y el sistema electoral proporcional hacen que este trámite sea fácil. Ejemplos hay muchos, como el PRO y los del Frente Amplio”.