El agujero negro del centro de nuestra Vía Láctea, tiene una masa equivalente a la de cuatro millones de soles y está situado a 27.000 años luz de distancia de la Tierra.
Hasta ahora los astrónomos solo conocían de la existencia de Sagitario A*, el agujero negro supermasivo ubicado en el centro de nuestra galaxia. Por el comportamiento de las estrellas y objetos a su alrededor, que daban muestras de estar orbitando en torno a algo invisible, compacto y muy masivo.
Ahora, el equipo científico de la iniciativa Telescopio Horizonte de Eventos (EHT), anunció haber obtenido la primera evidencia visual directa del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra Vía Láctea.
Se trata de un esfuerzo internacional en el que participaron más de 300 investigadores de 80 institutos de todo el mundo. Entre ellos astrónomos de la Universidad de Concepción y el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), involucrados en la obtención de esta nueva imagen.
La imagen captura la luz desviada por la poderosa gravedad del agujero negro, hazaña que requirió la utilización de ocho radiotelescopios trabajando en forma combinada, incluidos ALMA y APEX, pertenecientes al Observatorio Europeo Austral (ESO), desde el norte de Chile.
Se trata del mismo consorcio que en 2019 reveló la primera imágen de un agujero negro llamado M87, en el centro de la galaxia Messier 87, considerado el hallazgo del año por la Revista Science.
Neil Nagar, Astrónomo de la Universidad de Concepción e investigador CATA que participó de ambas iniciativas junto al astrónomo Venkatessh Ramakrishnan, señala que: “estamos orgullosos de ser parte de esta colaboración internacional desde hace más de 10 años. Hace tres años entregamos la primera imágen de un agujero negro en otra galaxia, y ahora hemos logrado una segunda imagen, esta vez en nuestra propia galaxia. Aunque el agujero negro es mil veces más pequeño y menos masivo, también esta mil veces más cerca”, explica el astrónomo, quien también dirige el Núcleo Milenio Titans.
Por su parte Rodrigo Herrera-Camus, astrónomo de la Universidad de Concepción e investigador CATA, explica el desafío tras una imagen como esta. “No es solo un telescopio, sino múltiples telescopios ubicados en distintas partes de la Tierra, incluyendo Chile gracias a los observatorios observatorio ALMA y APEX, que de manera combinada forman el equivalente a un telescopio del tamaño de la Tierra. Y esto nos permite tener imágenes de alta resolución que de otra forma sería imposibles de conseguir”.