Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: El Relanzamiento del Gobierno

La Cuenta Pública del presidente Boric es la anhelada hoja de ruta legislativa y programática que la ciudadanía reclamaba desde el primer día al gobierno. En esta Cuenta pública se plantearon  60 medidas programáticas más una treintena de proyectos legislativos ordenados en 5 ejes: Derechos Sociales, Mejor Democracia, Justicia y Seguridad, Crecimiento Inclusivo y Medio Ambiente.

Sus partidarios y las oficinas gubernamentales se han desplegado en redes sociales, el mismo Presidente Boric realiza una inédita cadena televisiva y entrevista para radios regionales resaltando el carácter de “relanzamiento” de la gestión gubernamental.

Pareciera que este 1º de junio se convirtió en la partida oficiosa y el 11 de marzo fue un puntapié inicial fallido que se convirtió en una mala pesadilla, pero que busca ser superada con esta Cuenta Pública. Además destacando el liderazgo del Presidente Boric como la figura política que representa esa agenda de transformaciones que anhela la ciudadanía.

Hemos leído a las autoridades copando la agenda televisiva y las redes sociales resaltando las bondades del mensaje presidencial y se multiplican los calificativos de “histórico”, “conectado con los anhelos y urgencias de las personas”, “inédito”, “sólida” etc, como ocurre habitualmente con los partidarios del gobierno de turno y resaltando el rol superior del liderazgo presidencial.

Esta hoja de ruta programática y legislativa que fue la Cuenta Pública significó en la práctica que el Gobierno tuvo aquí su puntapié inicial y las primeras semanas de instalación fueron un traspié calculado.

Este timing tuvo un alto costo político porque durante estas semanas las urgencias se instalaron (recrudecimiento de conflicto en Araucanía, batallas en Meiggs, violencia escolar/quema de buses, escalada inflacionaria, sobreprecios en gas natural etc) y se generó la imagen de un gobierno sobrepasado, sin respuesta ni planes para enfrentar el recrudecimiento delictual, el avance de los Narcos, el desafío al Estado por grupos en la Araucanía, la alza de precios y lentitud en reaccionar con apoyos sociales a las familias vulnerables que son las más afectadas por la inflación.

¿Logrará este relanzamiento del gobierno con Cuenta Pública instalar en la agenda pública sus 60 medidas y desplazar las críticas sobre la lentitud para enfrentar la delincuencia, los narcos, la crisis en la Araucanía, la escalada inflacionaria en los combustibles y en los alimentos por ejemplo?

Su relanzamiento esta centrado en reiterar sus promesas de campaña, pero ya no estamos en la campaña del 2021, ya se está gobernando, están instalados en las oficinas gubernamentales y la vara es distinta porque ahora se demanda realizaciones y soluciones, se juega el partido en tener una mejor gestión que lo mostrado inicialmente.

 Este relanzamiento debe hacerse cargo de muchas dudas que surgen en la opinión pública, ya que apuesta todo su capital a la implementación eficaz de las 60 medidas y a la capacidad de tramitar los casi 30 leyes que se anuncian, pero ocurre que la principal debilidad mostrada en estas primeras semanas ha sido su lenta y mala gestión de los nuevos equipos gubernamentales enfrentando la realidad de gobernar y los imprevistos que emergen en la cotidianeidad.

Un ejemplo de esa lentitud son las medidas del Plan Chile Apoya anunciado el 4 de abril, que movilizará US$ 3.700 millones, donde el mismo presidente Boric anuncia que “en los próximos 60 días estarán operando todas las líneas de este plan, incluyendo inversiones en obras locales con servicios públicos, municipios y gobiernos regionales”, o sea confesión de partes relevo de pruebas sobre la lentitud gubernamental.

 Hay diversos temas anunciados en esta Cuenta Pública que requieren un aterrizaje más en detalle por ejemplo en materia de seguridad ciudadana, donde hay pocas señales sobre un real reforma que profesionalice a Carabineros y se fortalezca el control civil sobre la institución, como se desarmará a bandas de narcos; no hay un camino claro para resolver políticamente la crisis en la Araucanía; tampoco hay claridad de como se va a implementar los $120.000 millones destinados a disminuir las listas de esperas; se habla de reparar 2 colegios con infraestructura dañada pero no se plantea un potente Plan de Reparación de Infraestructura Escolar; se autocalifican como gobierno ecologista, pero se incrementa a US$ 3.000 millones el MEPCO que subsidia el uso del automóvil y combustibles contaminantes como el Diésel; se habla de ser gobierno de las PYMES, pero no hay apoyos directos para su recuperación por ejemplo en el Turismo y se anuncia como gran desafío reparar una ley que no ha funcionado como la del Pago a 30 días.

Hay reiteración de temas de campaña, pero que son importantes que se reiteren en esta hoja de ruta como es el desafío de la productividad -“Debemos lograr que la productividad vuelva a crecer al ritmo de 1,5% al año en lugar del estancamiento de los últimos 10”-; el Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario; la mayor inversión en investigación, desarrollo, innovación y capacitación son temas a resaltar y respaldar transversalmente.

Es valorable desde el punto de vista republicano que como Presidente de la Republica haya señalado que “aprobar o rechazar la propuesta de una nueva Constitución. Ambas opciones son legítimas”, haciendo un giro en relación a las declaraciones previas de jugarse por el Apruebo y que reiterara el valor de la unidad al señalar que “Es cuando nos unimos, respetando nuestras diferencias, cuando mejor nos va como país”

Ahora veremos como se despliega el equipo gubernamental -con hoja de ruta ya definida- en enfrentar los viejos y nuevos problemas que vive el país.