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El acoso sexual ya se transformó en algo más que un "simple piropo"

De hecho, en nuestro país también comenzaron a surgir este tipo de denuncias, aunque en su mayoría no había un rostro o nombre del acosador. Los casos no pararon. Incluso, hoy se suman acusaciones de abuso sexual en universidades.

Por Teresa Frías K.
 
El tema del acoso sexual ya se transformó en una bola de nieve. Si bien las acusaciones que comenzaron en Hollywood contra productores y actores más que dimes y diretes, fueron acrecentándose en que más figuras reaccionaran y muchas mujeres se atrevieran a denunciar con nombre y apellido a su agresor.
 
Tras ello, otros ambientes también comenzaron a sumarse. El deporte fue uno de ellos en que ex gimnastas y ex tenistas revelaron duros momentos en sus vidas. Lo que conllevó a que en varios países se dieran a conocer situaciones similares.
 
De hecho, en el nuestro también comenzaron a surgir este tipo de denuncias, aunque en su mayoría no había un rostro o nombre del acosador los casos no pararon. Incluso, hoy se suman acusaciones de abuso sexual en universidades.
 
Acoso en universidades
 
Las denuncias de acoso sexual de profesores a estudiantes en las universidades están en la palestra y no sólo en el caso de la Universidad de Chile, sino que ahora la Universidad de Santiago se ve cuestionada por estas prácticas.
 
Escándalos que eran sólo la punta del iceberg. En una investigación inédita, realizada por Publimetro, constató que en 10 universidades chilenas se registraron, al menos, unas 228 denuncias de acoso y abuso sexual en 2016, según datos entregados por las diversas secretarías o vocalías de género universitarias.
 
Según los registros, las estudiantes de la Usach fueron las que más denunciaron con 80 casos, seguido de la Universidad de Chile (40), Alberto Hurtado (38), Federico Técnico Santa María (23), U. Católica (15), U. de Valparaíso (10), U. Central (8), Umce (6),UDP y U. de Talca (ambas con 4 casos respectivamente).
 
El vocal de Género y Sexualidades de la Federación de Estudiantes Usach y vocero de la Coordinadora Feminista Universitaria (Cofeu), Stefano Buscaglia, afirma que "las secretarías o vocalías de género nacieron como una respuesta por la poca o nula respuesta que las autoridades dan a esta problemática. Hasta el año pasado prácticamente no existían instancias donde las compañeras que fueron víctimas de acoso o abuso sexual pudiesen denunciar o hablar de lo que les pasaba".
 
Isabella Toledo es una de las estudiantes que integra la Vocalía de Sexualidades y Género de la UDP y afirma que cada vez les llegan más denuncias. "Porque las personas afectadas le están perdiendo el miedo a denunciar. Las estudiantes se sienten apoyadas por las secretarías y socialmente también".
 
Hasta el año pasado sólo 10 universidades contaban con este tipo de organizaciones estudiantiles y durante este 2017 otras tantas se han creado. Carlos Perez, integrante de la Vocalía de Género y Diversidad de la Universidad del Desarrollo explica que "no tenemos datos de 2016 porque no existía vocalía y si se conoce la situación de la universidad es solo a partir de un catastro que hicimos este año".
 
Más que miradas
 
Sabiendo de estas complejidades y queriendo profundizar en sus razones conversamos con Claudia Dides, directora de la ONG Miles Chile, quien explicó algunas de las razones.
 
“Se han dado pasos en donde las personas han podido denunciar que han sido víctimas de violencia, de cualquier tipo; en este sentido es todo un proceso poder reconocer esto para interiorizarlo y para así, después, poder denunciarlo. Esto es todo un proceso psicológico”, explica Claudia Dides.
 
“Se debe decir que aún persiste un fuerte miedo en los denunciantes, más si los acosadores se mantienen en lugares de poder. Esto, de mantenerse, hace muy difícil que se pueda identificar con nombre y apellido al acosador. Para las mujeres este es un elemento a superar”, analiza.
 
“Si se pudiera construir el espacio, donde se acompañe a las denunciantes, saber que hay una sociedad entera que escuchará y acompañará, donde se sepa que hay libertad para decir lo que se ha padecido. Nuestra sociedad ha evidenciado un gran paso que puede dar seguridad y confianza para decir la verdad”, finaliza.
 
Cuando el acoso comienza en la calle
 
Según las últimas cifran que se manejan, en Chile 3 de cada 5 mujeres ha sido objeto de un acto grave de acoso sexual callejero, que van desde piropos subidos de tono hasta exhibicionismo. Y un 30% ocurre en los medios de transporte: 15% en las micros y 11% en el Metro. “Las aglomeraciones públicas del Metro y micros son un escenario propicio para que a las víctimas las toquen, les rocen sus partes íntimas, las acorralen o los agresores las presionen con sus genitales”, dice Dides.
 
El tema, no es exclusivo de Chile. En Estados Unidos se reportan más de 10 mil casos al año. Por eso, en Nueva York el Metro de esa ciudad implementó un plan especial donde un equipo de policías civiles de tránsito, formado por hombres y mujeres capacitados en el tema, vigilan a diario las estaciones para identificar a los agresores y recibir las denuncias que realizan las víctimas mediante un  número especial en las redes sociales donde pueden enviar fotografías o videos de los agresores, para facilitar su detención.
 
Tras la medida, las denuncias por acoso sexual en el Metro de Nueva York aumentaron en 19% (pasando de 620 en 2014 a 738 el año pasado).