El gobierno presentó el proyecto “buen morir” el cuál no incita a la muerta, si no al cuidado del paciente para que la espera de su muerte sea más llevadera, además de psicólogos para su familia.
La eutanasia ha tenido un largo debate en nuestro país, y pese a existir dos casos de jóvenes que han solicitado la eutanasia no se le otorgaron y ambas fallecieron por causas de la enfermedad.
Pese a este largo camino, el pasado martes y sin muchos anuncios, el gobierno ingresó un proyecto presentado por el Ministerio de Salud que busca otorgar un “buen morir” a las personas que sufren enfermedades terminales.
En su texto, la iniciativa establece “el ámbito de aplicación de los cuidados paliativos, otorgando una definición de enfermedad terminal, cuyo diagnóstico será esencial para efectos de otorgar las prestaciones constitutivas de cuidados paliativos”.
Junto a esto, se considera también apoyo psicológico para familiares o cuidadores no remunerados.
No es eutanasia
Desde La Moneda se envió una minuta con los detalles de esta ley a los dirigentes oficialistas, en la que se indica que la postura del gobierno de Piñera sobre la eutanasia que es que “es el fracaso de los cuidados paliativos”, y que por esto, enfatizan que en ningún caso buscarán “acelerar artificialmente la muerte o impedir morir a quien está falleciendo”.
“El Ministerio de Salud dictará los reglamentos que sean necesarios para regular los requisitos, condiciones y forma en que se proporcionarán los cuidados paliativos, independiente del lugar donde se otorguen”, señala el documento, destacando que el costo de esta ley “no irroga mayor gasto fiscal”.
La presentación de esta iniciativa se da en medio de la discusión sobre eutanasia que se está dando en la Comisión de Salud.
Sin embargo esta ley no trata de asistencia para morir, sino más bien de cuidados para llegar a una muerte digna.
Aunque las alarmas se encendieron debido a que la legislación vigente incluye la limitación del esfuerzo terapéutico. Así lo explica la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. “La limitación del esfuerzo terapéutico, o lo que podría denominar el Presidente como ‘buen morir’, es algo que está vigente en el país. Nosotros aplicamos actualmente en Chile la limitación del esfuerzo terapéutico. Y no solo eso, sino que es parte de la deontología médica. Lo contrario a eso es el ‘encarnizamiento terapéutico’, que es antiético y daña a los pacientes, al extender la vida en forma desproporcionada y sin objetivo”, dijo.
Para Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, la eutanasia es una decisión explícita destinada a poner término a una vida de manera activa. Ello por decisión de la persona, y efectuada por un tercero. “Esto puede ser provocado debido a extremo sufrimiento, en caso de enfermedad casi siempre terminal o que no hay posibilidad de recuperación”, indicó.
En tanto, el concepto de “muerte digna” es, para Sánchez, “acompañar y asistir a una persona hasta que esta muere, pero sin intervenir activamente en apurar el deceso. Sin embargo, sí se participa activamente en ayudar a reducir sufrimientos, con terapias contra el dolor, por ejemplo. Esto puede provocar que una vida se prolongue mucho más que en caso de eutanasia”.
Armando Ortiz Ponnier, académico del Departamento de Bioética de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, acota que dentro del abanico de muerte digna existen cinco escenarios relevantes de la toma de decisiones al final de la vida. Ellos son la muerte medicamente asistida, que comprende la eutanasia y el suicidio médicamente asistido, y la limitación del esfuerzo terapéutico. Se suman el rechazo del tratamiento por parte del paciente; el que se refiere a cuidados paliativos, que es la sedación paliativa, y por último, la muerte cerebral como criterio de muerte irreversible.
Apoyo legislativo
Ante esta opción el diputado RN, Sebastián Torrealba aseguró que "en países donde existe la eutanasia, hay ley de cuidados paliativos para las enfermedades oncológicas, pero hay más enfermedades irreversibles y dolorosas".
Por su parte, el diputado Andrés Celis (RN) se sumó a la solicitud y pidió que se retire el proyecto de eutanasia de la comisión de Salud que hoy está en tramitación y que se discuta primero sobre cuidados paliativos.
Países donde existe la Eutanasia
La eutanasia solamente es legal en 5 países:
Holanda: Este fue el primer estado en el mundo en legalizar la eutanasia "activa", como se denomina a la práctica de entregar fármacos para conseguir la muerte del paciente. La Ley fue aprobada por el Parlamento el año 2001 y entró en vigor el 2002, considera válida también la ayuda médica al suicidio.
Bélgica: El país valida legalmente la eutanasia desde el año 2002. Esto permite que los adultos en situación incurable elijan poner fin a su vida, siempre que más de un médico certifique sufrimiento intolerable o enfermedad incurable.
Luxemburgo: En el 2009, se convirtió en el tercer país de la Unión Europea en legalizar esta práctica para lo que fue necesario modificar la Constitución a fin de reducir los poderes del jefe del Estado, el gran duque Enrique. La Ley sigue el ejemplo belga.
Colombia: En Latinoamérica está Colombia, el que fue el primer país que introdujo a su constitución una ley de eutanasia y suicidio asistido, y el único en el mundo donde la medida es reconocida como un derecho fundamental por el Tribunal Constitucional.
Canadá: El país legaliza la eutanasia desde el año 2016, luego de que el Tribunal Supremo dictaminara en 2015 que la normativa entonces existente, que penalizaba la muerte asistida, era anticonstitucional y le diera al Parlamento un año para redactar una nueva ley. Actualmente la legislación limita el acceso a los enfermos terminales o con dolor insoportable y mayores de 18 años.