Oh I'm just counting

Especial Cambio21: Luz al final del túnel con chilenos que se reinventan frente a la crisis del empleo y falta de apoyo estatal

Foto: Claudia Muga, ha debido reinventarse y es la mentora de la página web www.ezo.cl

Por MLM

De acuerdo a los datos entregados por entidades estatales como por organizaciones sindicales, el desempleo y la disminución de las remuneraciones e ingresos, son solo algunos de los flagelos asociados a la pandemia mundial que, en Chile, ha afectado de manera más severa, por los inadecuados diagnósticos que el propio ministro de Salud de
nuestro país, Jaime Mañalich, graficó de manera directa: “lo que hemos aprendido duramente en esta pandemia es que todos los ejercicios epidemiológicos, las fórmulas con las que yo mismo me seduje en el mes de enero, de proyectar, se han derrumbado como castillo de naipes.

Y que la realidad, para bien en algunos países, para mal en otros, ha superado cualquier modelo que uno pueda simular”.
Y no se quedó allí: “En ese contexto, hay que decirlo con entera franqueza, navegamos en una suerte de oscuridad en que cada día vale”, reconoció. Y ese oscurantismo no solo se ha visto reflejado en los temas sanitarios, también de manera muy dura en el empleo y los ingresos familiares. Chile, de acuerdo a optimistas datos oficiales, supera el 9% de la fuerza laboral desempleada y en 6 de las 16 regiones del país hubo tasas de desempleo por sobre el promedio nacional.

La cesantía, ya está instalada sobre el país, a niveles que no se veían desde los tiempos de la dictadura.

“Hay que asumir el fracaso”

La propia ministra de Trabajo reconoció que las cifras recientemente publicadas por el INE fueron más bajas de lo que esperaban en La Moneda. Es más, afirmó que no todas las cartas están sobre la mesa y que hay que considerar que en el trimestre móvil influyó la Ley de Protección al Empleo.  En cambio, desde la Central Unitaria de Trabajadores llamaron a
Gobierno a asumir que hay que enfrentar el “fracaso en la protección de la vida y un
fracaso en la protección del empleo”.

Aún si se considerara válida la cifra entregada por el INE, el desempleo en Chile volvió a subir en el trimestre móvil febrero-abril y alcanzó al 9% de la fuerza laboral formal, alcanzando el nivel más alto en una década pese a que el periodo incluye solo la mitad de los efectos de la pandemia.

Según estos datos, hubo un incremento de 1,9 punto porcentual en doce meses, con la construcción, el comercio, la agricultura, la pesca y la industria manufacturera como los sectores más afectados de acuerdo al Instituto Nacional de
Estadística (INE).

Frente a este panorama “para nada alentador”, como lo calificó el ministro de Economía, Lucas Palacios, no se descarta de modo alguno que sigamos viendo alzas del desempleo en los próximos meses, “pero menores a nivel nacional que en la capital, que es donde se concentra el mayor daño sanitario y económico del covid-19”, señaló a través de Twitter.

Los datos del INE fueron severamente cuestionados por la Universidad de Chile, entidad que informó que, durante marzo, el desempleo en el Gran Santiago llegó a la friolera de 15,6%, su nivel más alto en 35 años.

La realidad laboral cambió

Un fenómeno no menor e inédito ha ido apareciendo como consecuencia de la pandemia y estas cuarentenas y periodos de incertidumbre, en la búsqueda de empleos. La propia ministra Zaldívar lo graficó de la siguiente manera: “es un elemento muy preocupante y que van a tener que analizar con bastante detalle en los próximos meses porque vemos que los que están quedando desempleados no están buscando trabajo, y eso puede entregarnos cifras que pueden ser  equívocas.

Hay que entender que estamos con una tasa de desempleo menor, cuando en verdad lo que estamos haciendo es estar disminuyendo la masa de trabajadores”, cuestionó la secretaria de Estado.

A lo anterior, debe sumarse otra cara de esta moneda, hoy, 1 de cada 5 de chilenos se encuentra sobre endeudado y se están acogiendo a la Ley de Insolvencia o conocida como Ley de Quiebras. Un estudio de Chiledeudas.cl, asegura que el 15% de los chilenos sobre endeudados que fueron encuestados para esta muestra, están evaluando acogerse a la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento por la crisis del Covid-19.

Desde luego, la crisis generada por la pandemia del Covid-19 no sólo es sanitaria, sino que también social, económica y financiera, y ha golpeado directamente la economía de las personas, llegando en casos a afectar a todo el grupo familiar. Según Chiledeudas.cl, el 20% de los chilenos sobre endeudados encuestados se acogieron a la Ley de Insolvencia y
Reemprendimiento por el factor Coronavirus mundial.

5 millones de morosos

Afirma el estudio, que “probablemente a fines de este año superaremos la barrera de los 5 millones de morosos financieros en el país, los que seguramente deberán usar este camino”, indicó a nuestro medio el director de Chiledeudas.cl, Guillermo Figueroa. Las presuntas ayudas vía créditos estatales administrados por los bancos, estiman que no han cumplido su fin: “Lo inquietante es que el 37,6% de estas personas encuestadas por
Chiledeudas.cl creen que esta vía entregada por los bancos es un abuso al consumidor vulnerable por la crisis del Covid-19; el 35,4% afirma que es un negocio de las empresas y no un beneficio; y el 14,3% opina que no es lo ideal, pero que sirve; el 8,8% asegura que es totalmente insuficiente y solamente el 3,8% manifiesta que es conveniente y que le fue de utilidad”, detalla el Ingeniero Comercial.

Según el estudio, del total de personas que respondieron la encuesta de Chiledeudas.cl, a un 30% no le han disminuido su sueldo en la empresa donde trabajan, a la vez que al 21,7% la despidieron por la crisis del Covid-19, al 21,1% le bajaron en más de 50% sus montos a pagar, al 14,7% entre 30% y 50% y al 12,5%, en el rango de 10% a 30%.

Clase media: Renovarse o morir



Si aumentó el desempleo, bajaron los ingresos, no hay créditos, cerraron pequeñas empresas y crece la insolvencia por sobre endeudamiento, a lo que se suman cuarentenas, incertidumbre y restricciones de desplazamiento, entonces, ¿de qué viven las personas que ni siquiera tienen acceso a bonos estatales por no estar consideradas en la línea de la
extrema pobreza, la llamada clase media?

Cambio21 tuvo acceso a un interesante proyecto en ejecución que ha reunido justamente a cientos de personas que han visto duramente afectadas sus realidades y que, ante la emergencia, han debido repensarse y reinventarse de manera innovadora. No son pymes, generalmente, es más, muchos de ellos ni siquiera tienen inicio de actividades, eran
profesionales o técnicos que perdieron sus fuentes de trabajo, comerciantes que tienen cerradas sus cortinas por disposición gubernamental o simplemente dueñas de casa que le ponen el hombro ante la tragedia de quedarse sin fuentes de ingresos familiares.

El “gato de la suerte”

Cientos de Emprendedores de la Zona Oriente (EZO), decidieron que la unidad hacía la fuerza y que juntos podrían facilitarse la vida. Así, al menos lo relata a nuestro medio Claudia Muga, la fundadora del proyecto solidario que agrupa a emprendedores de las comunas del sector oriente, diseñadora gráfica y multimedial, experta en marketing digital
y automatización de proyectos digitales, quien hasta antes de la pandemia apoyaba además a su esposo, Cristóbal, en un comercio de alimentos de calle Bilbao, de la capital.

Claudia y su esposo postularon en Banco de Crédito e Inversiones (BCI) a adjudicarse uno de los créditos Fogape, aquel Fondo de Garantías para pequeños empresarios, creado por ley y cuyo principal objetivo era favorecer el acceso al financiamiento a aquellas empresas que carecen de garantías para acceder al sistema financiero o mejorar sus condiciones. De hecho, el comportamiento comercial siempre fue óptimo, sin embargo, el BCI estimó que no calificaban, porque si bien eran pequeños empresarios, “me lo negaron, tras ser cliente impecable por más de 20 años, porque pertenecía a la banca de personas y no de empresas”, recuerda Claudia.

Cerrado el local de alimentos para atender público, por disposiciones municipales, negado el crédito por el banco, Claudia se percató que no era la única que bregaba aislada en contra de la corriente. Fue en un chat de criadores de gatos que le llamó la atención cómo, de a poco, comenzaban algunas personas ya no a hablar de sus mascotas, sino que vender cosas
que tenían o que empezaban a producir, casi artesanalmente. Se trataba de personas que carecían, generalmente, de soporte empresarial, legal y de movilización para hacer llegar a los eventuales compradores sus productos.

“Ello me motivó a pensar cómo podría armarse una especie de vitrina, de pequeño Mall Virtual donde estas personas pudieran conectarse con los compradores, como podrían viralizar su productos o servicios, más allá del grupo de amistades que cada uno tiene. Entonces, ideé armar un WhatsApp que pudiera acogerlos y desde donde naciera una
plataforma que ampliara sus redes naturales, familia y amigos. Entre todos nos potenciábamos. Sin embargo -señala Claudia-, esto se disparó. Nunca pensé que esto fuera así”, reconoce.

“La economía deberá humanizarse”

“Rápidamente se llenó el chat y no se nos permitió, por la plataforma de WhatsApp, ingresar más personas, a pesar de las solicitudes de sumarse que día a día por decenas nos llegan. Por eso decidimos armar una página web (www.ezo.cl y www.ezoquiero.cl), que ha comenzado a reemplazar y potenciar el chat. Es una vitrina que nos conectará con el
mercado real. Todo ha sido gracias al equipo organizador y coordinadores y a las ganas de los emprendedores, sola, no habría podido llegar hasta donde estamos hoy”, reconoce.

“Esto ha sido participativo, el nombre, el logo, todo ha sido consensuado. Pero esto es día a día, como la vida del país”.
“La realidad del país y del mundo va a cambiar, está cambiando, mucho de lo que se hacía presencial, ahora será virtual, estos emprendedores unidos y con gran variedad de bienes y servicios, será una real alternativa a los mercados cautivos que tenían las grandes empresas.

Creo que para allá va la cosa, la economía deberá humanizarse más. No toda la gente va a volver a sus antiguos empleos, se han abierto nuevos nichos. Lo que nos caracteriza es que somos una unión, solidaridad entre emprendedores”, termina concluyendo.

La virtualidad “llegó para quedarse”

En la misma línea de optimismo, Luigina Moroni, otra de las emprendedoras que forma parte de la administración del grupo EZO, relata a Cambio21 que al enterarse de la existencia de este grupo que comenzaba a gestarse, se integró de inmediato. Lo primero que le llamó la atención era la solidaridad entre todos, que era impresionante el número de
personas que se integraban, las ganas de surgir y eso la motivó. “Al ir colapsando el grupo de WhatsApp por la gran demanda, nació la idea de la página web. Hasta ahora tratamos de ir a la par del gran interés por publicarse, son cientos de emprendimientos, desde alimentos,vestuario, servicios profesionales, técnicos, manualidades, salud, mascotas, etc., y sigue creciendo”, comenta.

Relata Luigina, quien es consultora educativa y hoy desarrolla a la par un emprendimiento alimenticio, que “el gran objetivo de la página es dar visibilidad a estos emprendimientos, aportar en capacitación, organización legal y tributaria, delivery para transportar sus productos a un precio justo, pero también miramos a futuro, proyectamos ferias temáticas
de emprendedores, en fin, tenemos muchas ganas de seguir creciendo entre todos”, asegura.

Ya están empeñados en seguir captando emprendedores en modo de colaboración entre ellos, porque asegura que, “hoy la virtualidad está siendo parte del día a día de personas que antes no accedían a estos servicios y ahora su sustento, educación y otros, lo hacen depender de estas herramientas. Nada será como antes, no todos volverán a sus oficinas,
cuando este pase, muchos continuarán en modo virtual vendiendo, atendiendo, etc., y nos estamos preparando para ello”, relata.

Llama la atención que esta plataforma llamada www.ezo.cl o www.ezoquiro.cl, es gratuita para los emprendedores, que solo deben inscribirse y mandar su publicidad, a cero costo: “no podemos cobrar en este estado de catástrofe, no es un negocio, es un acto de solidaridad colectivo, una manera de sobrevivir, pero también de potenciarse, crecer, obtener éxito entre todos. Esto no solo es por este periodo de pandemia”, concluye Luigina de manera categórica.