Este fin de semana, personal del Hospital San Borja Arriarán, ubicado en la comuna de Santiago, alertó sobre filtraciones peligrosas en la UC, específicamente por aguas servidas que estarían cayendo en su Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). El personal del hospital ha expresado su indignación ante esta situación, que pone en riesgo tanto la salud de los pacientes como la seguridad del equipo médico.
La jefa de la Unidad de Pacientes Críticos, Francisca Ríos, se mostró frustrada y preocupada por las condiciones en las que deben trabajar. “El director me da unas explicaciones que son poco satisfactorias, porque anoche tuvimos que seguir recibiendo pacientes y, después de que me llovió caca en la cabeza, seguir recibiendo pacientes tanto en la UCI como en la UTI, trabajando en condiciones indignas. Yo he pedido sumarios que ni siquiera se han concluido”, afirmó Ríos.
La denuncia sobre las filtraciones proviene de información oficial que señala que el problema es sistemático y afecta los conductos eléctricos del hospital, un hecho que resulta alarmante dada la historia reciente del recinto. Ríos recordó el incendio devastador que afectó al hospital hace un par de años, cuando el personal tuvo que evacuar a pacientes ventilados sin las medidas de protección adecuadas. “Después, ni siquiera hubo una evaluación de nuestra condición de salud por parte de la Asociación Chilena de Seguridad ni de los prevencionistas de riesgo”, agregó.
La preocupación se extiende a otros miembros del personal médico. Viviana Vallejos, una de las doctoras residentes de la unidad, comentó: “Hace una semana estamos teniendo filtraciones de aguas servidas y no necesitamos hacer cultivos ni nada, porque el olor a caca en nuestra residencia, tú lo sientes”. Vallejos enfatizó que las filtraciones provienen de los ductos eléctricos, recordando el grave incendio que afectó al hospital en 2021, cuyas secuelas aún persisten.
La situación ha atraído la atención de las autoridades. El senador Juan Luis Castro visitó el hospital para dialogar con el personal afectado. Al respecto, declaró: “Es inaceptable e insoportable que en pleno siglo XXI, cuando un hospital moderno se supone que tiene que brindarle la atención a la gente, desde hace un año tiene filtraciones de aguas servidas que afectan directamente a personas que están en la unidad de cuidados intensivos”.
Castro declaró: “perdónenme que lo diga así, está cayendo caca dentro de un recinto sanitario que atiende a miles de personas. Ya la paciencia se colmó. Hace dos días, las médicas tuvieron que sacar con baldes, mojadas enteramente por aguas servidas, la cantidad de líquido que había escurrido por entre medio de los circuitos eléctricos, y luego, llegando hasta el suelo de las camas tanto de los residentes como de los enfermos”.