Oh I'm just counting

Esto le pasa a nuestro cuerpo si perdemos peso muy rápido.

El aumento y la pérdida de peso son procesos graduales que conllevan su tiempo, por tanto no es buena idea para nuestros músculos perder peso a gran velocidad.

El aumento y la pérdida de peso son procesos graduales. La mayoría de las personas no tienen sobrepeso por comer mucho en un período corto de tiempo, y aunque es posible perder peso rápidamente a través de dietas rápidas o las llamadas “dietas milagro” y mucho ejercicio, la forma más segura y saludable de perder peso es lentamente, con el tiempo. Perder peso demasiado rápido puede ser perjudicial para nuestra salud en general y daña la masa muscular.


Nuestro cuerpo necesita una cierta cantidad de calorías para realizar funciones básicas, como la digestión, la respiración y la reparación celular. Esta cantidad básica de calorías es la tasa metabólica basal del cuerpo. Los cuerpos musculosos suelen tener una tasa metabólica basal más alta, ya que los músculos necesitan mayor cantidad de energía para mantenerse. La pérdida de peso tiene lugar cuando consumimos o quemamos más calorías de las que necesitamos para mantener el peso actual, o una combinación de ambos factores.

Los efectos de una pérdida de peso rápida
Perder peso demasiado rápido afecta al cuerpo de varias maneras. Si no satisfacemos las necesidades de energía a través de la ingesta calórica, el cuerpo utiliza energía almacenada, principalmente grasa, para satisfacer nuestras necesidades funcionales y las exigencias que le impongamos.

Durante la pérdida de peso inicial, el cuerpo arroja cierta cantidad de líquido, tejido magro y grasa. Si la pérdida de peso continúa a un ritmo acelerado, el cuerpo reducirá su metabolismo y reservará calorías entrantes para sobrevivir. Debido a que el músculo requiere más calorías que la grasa para mantenerse, el cuerpo puede comenzar a metabolizar los músculos para conservar la energía, y por tanto, entrar en lo que se llama catabolismo muscular.

Los riesgos de perder peso muy rápido


El orden de preferencia del cuerpo por la energía es: calorías entrantes (lo que comemos en un momento dado), grasa almacenada y músculo. Cuando pierdes peso demasiado rápido, los órganos vitales, como el cerebro, el corazón, los riñones y el hígado, extraen energía de la fuente más disponible en ese momento.

Cuando nuestro cuerpo ya no puede mantener los músculos, los órganos vitales son los primeros en metabolizar los músculos para que puedan seguir funcionando. Si llegas a un punto donde tienes muy poca grasa o músculo, el cuerpo metabolizará nuestros órganos, que también están hechos de tejido magro, para mantener el funcionamiento del cerebro. Esto puede provocar un ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia hepática y renal.

Conclusión


La pérdida rápida de peso no es sostenible, ya que puede haber un efecto rebote que haga que recuperemos incluso más del peso perdido. Por el contrario, la combinación de ejercicio físico con una ligera reducción de calorías tiene múltiples beneficios, ya que puede satisfacer las necesidades nutricionales del cuerpo y aumentar nuestra fuerza y resistencia mientras perdemos grasa no deseada.

Por tanto, la clave no es una dieta milagro o perder peso de forma extrema, sino cambiar nuestros hábitos de vida hacia unos más saludables y que tengan adherencia en el tiempo.

Una persona obesa puede perder una gran cantidad de peso en un corto período de tiempo con una dieta baja en calorías, pero solo si está bajo supervisión médica. Para la población en general, no se recomienda que las mujeres consuman menos de 1.200 calorías por día, mientras que los hombres necesitan, como mínimo, 1.500 calorías diarias.