Por Antonia Paz

Mientras el país discute la obvia regulación de las apuestas en línea, la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ) irrumpe en escena como defensora implacable de la legalidad, la fiscalización, la salud pública y la competencia leal. Sí, esa misma ACCJ que reúne orgullosamente a 16 miembros, de los cuales —¡oh sorpresa!— los más poderosos son Enjoy y Dreams. Exacto, las mismas empresas actualmente investigadas por la colusión más millonaria en la historia de Chile en licitaciones de casinos determinada por la Fiscalía Nacional Económica.

Uno pensaría que, dadas las circunstancias, la ACCJ guardaría un perfil bajo. Pero no. En un despliegue de fervor ético, sus representantes acusan a las plataformas de apuestas online de fomentar el lavado de activos, la ludopatía, el juego infantil, el amaño de partidos, el terrorismo internacional y, posiblemente, la extinción de los koalas y de los capibaras.

Todo eso mientras ellos mismos gestionan megaoperaciones con nombres tan inocentes como “Parque Ferial y Casino” en ciudades donde los humedales urbanos oficializados por el propio gobierno hace solo 6 meses tiemblan, como es el caso de la capital del Maule, Talca .

Pero el punto cumbre del espectáculo llega cuando piden igualdad de condiciones, una regulación “justa” y “equilibrada”, y  que se reconozcan sus derechos “legítimos”. Derechos, por supuesto, adquiridos en licitaciones que hoy son objeto de investigación por ser todo, menos legítimas. Esa es la grave acusación de la Fiscalía Nacional Económica: se coludieron para obtener licencias de casinos en todos el país. "Tu andáte a Iquique, yo postulo en Coquimbo, tu participa en la licitación en Pucón y yo en Talca". Así se dividieron el país y no es que inventemos. Uno de los coludidos, gerente de estos casinos entregó toda la información, para bajar su pena. Se auto denunció.

Y es aquí donde el sarcasmo ya no basta: la ACCJ quiere ahora entrar al juego online, ese mismo que hasta hace cinco minutos era el demonio encarnado. ¿Y con quién competirán? ¿Con los operadores que han sido ilegales? No, si logran su objetivo, competirán entre ellos mismos: Enjoy y Dreams acaparando también el mundo digital, consolidando así una concentración de mercado sin precedentes, que ya levanta alertas en cualquier defensor serio de la libre competencia.