Oh I'm just counting

Hijas de la actriz Liliana Ross revelan la enfermedad que padecía la actriz y cuentan sus últimos días. Ver video

A dos semanas de la muerte de una de las actrices más queridas y emblemáticas de la escena nacional, Liliana Ross, sus hijas Daniela, Vanessa y Moira concedieron una entrevista a la revista Ya en donde revelaron la enfermedad que padecía la intérprete. Además, recordaron su vida, su forma de ser y sus últimos días.
"Mi mamá hasta el último minuto tenía obras en la cabeza. Lo que pasa es que al final se le fue la energía, le llegó el deterioro de la edad y, de alguna manera, mi vieja sin hacer nada también no iba a durar mucho. Tenía un deterioro de la cabeza de demencia senil, que derivó en alzhéimer", da a conocer Moira, la menor del clan Miller-Ross.

La también actriz y directora de casting agrega que "de alguna manera fue apagando capítulos de su vida y al ver eso uno también los va apagando con ella. Hasta para eso fue amable. No nos dejó de un día para otro".

La enfermedad de la recordada "Valentina Fernández" de la teleserie "Machos" se la diagnosticaron hace un año y medio, tiempo en el que potenció una faceta que le gustaba hacer mucho con su marido Raoul Pinno: viajar.

Daniela Miller cuenta que "nunca llegó a no reconocernos, nunca llegó a no saber nuestros nombres. La mamá siempre te miraba sabiendo quién eras tú y te hablaba y te preguntaba. Sí hubo un deterioro, pero tampoco alcanzamos a ver una cuestión heavy".

Por su parte, Moira destaca que "igual era heavy, el que alguien tan activa como Lili dejara de serlo. Yo creo que ella duró hasta lo que ella encontraba digno y chao. Apagó el switch. Imagínate si estuviera activa, se habría muerto de un día para otro, y nos vamos a la c... Por eso digo que fue amorosa hasta para irse".

Daniela añade, al respecto, que "ella se daba cuenta que algo no estaba normal, decía `esto no está bien´", a la vez que Moira declara que "ese proceso fue corto, porque después, chao, de ahí el mundo estaba mal. Lo que era maravilloso para nosotras, porque por último uno tiene la energía para vivírselo. Ella dejó de verlo en un minuto".

Finalmente, Vanessa revela uno de los emotivos últimos encuentros con su progenitora, confesando que "durante esas horas tan difíciles en que luchó con su enfermedad, me acostaba a ratos en su cama y le leía cosas, o simplemente le decía cuánto la amaba, lo magnífica que era. También ayudada por mi psicóloga, me esforzaba en darle tranquilidad con respecto a todo. Una de esas noches, de manera repentina, mientras yo le hablaba ya sin esperar mucha respuesta, ella me miró, hizo un esfuerzo grande hasta tocar mi cara y acariciándome me dijo `yo también te quiero mucho´".