Las redes sociales han tomado un protagonismo en los últimos años que las han convertido en un elemento más en la vida diaria de las personas y de la sociedad. Incluso los gobiernos hacen uso de sus servicios.

 

Sin embargo ha quedado en evidencia un problema dada su mundial masividad: las regulaciones legales se han quedado atrás comparado con la velocidad del avance de la tecnología.

 

Hoy las redes sociales e Internet son un organismo que merece cuidado y márgenes de movimiento. Los riesgos están ahí, y tienen que ser mirados.

 

 

Desde la PDI dieron a conocer la detención de una joven de 25 años identificada como la responsable de las amenazas de muerte en contra de la actriz y cantante Denise Rosenthal, luego de que esta denunciara el hecho en 2015.

 

Según informaron de la policía civil, la investigación logró dar con la persona que estaba detrás de distintos perfiles en redes sociales, por lo menos siete u ocho, desde los cuales Rosenthal recibía amenazas de muerte. También hubo mensajes del mismo tono para su entorno familiar y para su pareja.

 

Una de las últimas amenazas tenía relación con el concierto que la cantante daría este jueves en la ciudad de Rancagua, donde indicaba que había comprado una de las entradas más costosas, “para estar más cerca”.

 

La investigación de la Brigada del Cibercrimen de la PDI determinó que la joven detenida es una fan de la cantante, quien en un evento quiso tomarse una fotografía con Rosenthal, hecho al que la artista no accedió. Eso generó el inicio de las amenazas.

 

“Lo tomó como una ofensa y del amor al odio pasó rápidamente con amenazas de grueso calibre”, dijeron desde la PDI.

 

La mujer de 25 años fue trasladada al Juzgado de Garantía de San Fernando y la Fiscalía pide la ampliación de la detención para que se presente en Santiago. La detenida no tiene antecedentes, no trabaja y vive con sus padres.

 

 

Fue la misma artista quien comentó la situación, luego de saberse la detención de quien la amenazaba. Rosenthal escribió en su perfil de facebook un comentario dirigido a sus seguidores:

 

“Chiquillos, gracias a todos por su preocupación y apoyo. Si tomé la decisión de no hacer públicas las amenazas que estuve recibiendo por más de 3 años consecutivos, y que la verdad son bastante fuertes y graves, fue porque siempre opté por la vía institucional, como cualquier ciudadano, y fue precisamente para no verme ni a mi familia ni a mí tan expuestos. Considero que la cobertura que le están dando los medios, la filtración de mi número de teléfono, de mis datos personales y el hostigamiento a mis cercanos solo revive la angustia y solo parece avalar un comportamiento reiterativo en nuestra sociedad, donde sostener las decisiones personales de cada cual conlleva prácticamente una pelea, cuando solo debiese ser un legítimo derecho. Eso es precisamente lo que la justicia debiera querer evitar y que yo fomenté ateniéndome a los conductos de la Fiscalía y PDI. Les pido comprensión, empatía y cuidado a todos y a cada uno de los sujetos que cuentan con el poder público de las comunicaciones. Gracias de nuevo a todos por su preocupación, un abrazo”, escribió este jueves.

 

Felipe Ovalle es cofundador del portal OhMyGeek! y es experto en tecnología y redes sociales. Consultado por Cambio21 sobre la situación actual respecto a las amenazas y los cuidados comentó:

 

“No siendo experto en leyes, hasta ahora estamos siempre quedando en la interpretación de un juez. De momento no tenemos especificaciones respecto de delitos digitales, aunque no tendríamos porque hacer una diferencia entre los delitos de la vida real y los delitos digitales”, indica Ovalle.

 

“Si yo te amenazo de muerte en tu casa, no tendría que haber mayor diferencia que cualquier amenaza hecha por Twitter. Lo sucedido con Denise Rosenthal no es el primer caso de amenazas digitales, y lamentablemente estamos al debe con varias leyes, sobre todo se da que en nuestro país no existen leyes, si nos comparamos con otros países”, apunta.

 

Consultado por si debería tomarse más en cuenta las responsabilidades detrás de los comentarios hechos en redes sociales comenta que “me parece que hace falta más conocimiento respecto a este tipo de temas. Me queda la impresión que  las leyes pretenden seguir estando en base a lo que sucede en la vida real, y se quedan en la facilidad de una interpretación judicial, pero no buscan hacer más leyes para este tipo de asuntos”, concluye.

 

La mirada del publicista y académico Cristian Leporati sobre este tipo de situaciones apunta a la libertad que hay en las redes sociales “y las dificultades que podríamos tener tratando de restringirlas. Se debe trabajar en soportar y evitar este tipo de situaciones, pero sin limitar las libertades”, comenta.

 

“Es una situación compleja, que merece una actualización de las leyes, las que datan desde los 90, pero que no han sido modernizadas. La tecnología y todo lo que las rodea se mueven a un ritmo que muchas veces nos deja atrás. Es este el principal problema”, asegura.

 

Para el abogado y académico de la Universidad Central, Renzo Gandolfi, la situación entre las leyes y la tecnología es “que la agenda legislativa es muy lenta y no se acerca nunca a la velocidad con que se mueven la tecnología y las redes sociales”, indica el experto en tecnología.

 

“La legislación nacional es sumamente débil frente a este tipo de instancias y solamente toma en consideración muy pocos elementos. Además cuesta adecuar la conducta desplegada con una conducta que se encuentre al interior de un código. Se espera, según los legisladores, que la tipicidad del delito este expresado en la ley”, indica sobre la forma en que funciona la justicia.

 

“Actualmente existe un proyecto de ley que busca modernizar y aterrizar nuestra regulación con las situaciones que se presentan actualmente. Además de que las policías actualmente cuentan con elementos de permiten hacer un trabajo bastante profesional en la detención y detección de este tipo de situaciones”, comentó el abogado.