Oh I'm just counting

Responsabilidad social de instituciones de educación superior en espacios de encuentros para la población migrante. Por Luis Valenzuela, Decano de Educación UC Silva Henríquez


Pese a que la población de migrantes se ven sometidos a múltiples obstáculos que existen en la sociedad (discriminación, racismo, violencia de género), merecen tener los mismos derechos y oportunidades, independientemente de su origen o de donde provengan.

Tienen derecho a vivir libre de violencia, derecho a la educación, a la salud y al trabajo seguro, a un trato justo en el espacio donde ejerzan alguna labor, sin importar su situación migratoria, garantizando que todas tengan acceso a la justicia en igualdad de oportunidades.

El fenómeno del proceso migratorio que hoy existe en nuestro país se caracteriza, entre otras razones, por su magnitud, debido a que un gran número de población de migrantes compuesta por mujeres, niñas, niños y hombres, diariamente cruzan la frontera en forma irregular, principalmente en el Norte de Chile por pasos que no se encuentran habilitados
con todos los riesgos y consecuencias que esto trae, para su salud, integridad física, emocional y social, en el contexto del desplazamiento que realizan desde su país de origen, hasta el país de destino, en búsqueda de una mejor vida.

Este es un aspecto en el que las universidades no pueden estar ajenas. Si se incrementa el flujo de ingresos de extranjeras/os en pos de un proyecto migratorio, a la par deben aumentar los espacios de encuentro al interior de las universidades para atender las diferentes culturas de las que proviene cada migrante.

El Instituto Nacional de Estadística, en su informe 2022, sostiene que la población extranjera residente en Chile en el año 2021 llegó a un número aproximado de un millón 400 mil personas, en su mayoría hombres y mujeres y hombres provenientes de países como Venezuela, Perú, Haití, Colombia y Bolivia, concentrándose entre los 25 y 39 años, con mayor preponderancia en el grupo de 30 a 34 años, que concentra el 18% del total de la población migrante (744.213 hombres y 738.117 mujeres).

Hecha la constatación acerca del número de población migrante que ingresa a Chile, es indispensable la inclusión e integración de estas nuevas culturas, intencionada en espacios de encuentros multiculturales.

En este contexto, la Responsabilidad Social en la Educación Superior, respecto de la migración en Chile, debe tener entre sus propósitos continuar generando espacios de encuentro permanentes y sistemáticos entre las diferentes culturas,
entre los distintos estamentos de su comunidad educativa. Estos encuentros de convivencia, de socialización deben propender a la integración.

Me parece esencial en primera instancia que estos encuentros deben estar focalizados en ayudar para que logren sobrellevar, la situación de abandono que experimentan al dejar su país de origen, así como los riesgos de su desplazamiento.

El desafío en que se encuentran las instituciones de educación superior respecto de la población migrante es hacerse responsable de esta situación en los ámbitos que le competen. No obstante, como lo expone Bernabé Villodre (2012) manifiesta, que es necesario y fundamental en un espacio educativo que el docente tenga conocimientos de los
conceptos de interculturalidad y multiculturalidad.

Esto es imprescindible como base teórica de la propuesta educativa que espera desarrollar en el aula, (que es un espacio de encuentro). Dado que el conocimiento y reconocimiento de los conceptos de interculturalidad y multiculturalidad contribuirá a garantizar o asegurar en mayor medida un correcto tratamiento de las situaciones sociales que incide en la vida educativa, actualmente con la población migrante.

Dr. Luis Valenzuela Contreras
Decano de la Facultad de Educación