No es un misterio que hoy en día la irrupción de las redes sociales ha permitido abrir ventanas de comunicación que hace un tiempo eran impensadas.

 

Ligado a lo anterior, el acceso a internet, desde la década de los 90, es cada vez más masivo y actualmente abarca todas las edades, por lo que hay tema y público para todo.

 

Esto concede una posibilidad única: entregar una perspectiva personal según nuestros intereses. Internet puede ser nuestra careta virtual.

 

Grupos de opinión, de entretención, de interés o de masificación. Todo según lo que dicten nuestros gustos personales, lo que resulta ser mediado por la “invisibilidad” que Internet permite.

 

 

 

Yanina Gutiérrez es académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica del Maule y realizó un análisis del poder que tiene Internet en nuestro diario vivir.

 

“Te permite crear una imagen o varias frente a los demás, lo que puede facilitar el vincularse con círculos de personas e introducirse en ellos, como por ejemplo pasa con los sitios de búsqueda de pareja, los cuales han tenido una explosión muy grande según estudios en Norteamérica”, indica la académica.

 

Uno de los ejemplos utilizados por la académica es la realidad que se presenta con “los grupos de opinión, que también se expresan, y mucho, a través de las distintas redes sociales. El escenario es la vida cotidiana, pero puesta en la red, se reproduce ahí, desde conversaciones cotidianas hasta la influencia de los medios derechamente”, sentenció.

 

Sobre el elemento de entregar información falsa, la académica destacó que “en cuanto a falsear identidad existen grados, no es lo mismo el colocar más atributos y seguir siendo el mismo a una persona con intencionalidad de manipular a otros, ya sea ligado al ámbito sexual, a obtener claves y accesos personales o generar lucro y usurpar”, señaló Gutiérrez.

 

El psicólogo Enrique Echeburúa al comentar la construcción de la identidad a través de redes sociales pone la alerta: “Hay actualmente adicción a las redes sociales, y esto por la creación de una identidad ficticia gracias al anonimato de estas redes, el aislamiento social y la automedicación digital”, asegura el académico.

 

“Sobre los perfiles del riesgo en la adicción a las redes sociales, son los mismos que para otras adicciones, como drogas o alcohol. Son principalmente personas que no tienen una percepción clara del riesgo, o bien tienen una baja autoestima, o bien está pasando una situación coyuntural complicada, como estrés, un desengaño amoroso o dificultades en los estudios”, describe.

 

“El rango de edad en el que esta propensión a la adicción a internet es más peligrosa se sitúa entre los 15 y los 20 años, al igual que en el caso de la adicción a drogas, ya que el primer consumo de estas sustancias suele darse entre los 13 y 15 años”, concluye el psicólogo.

 

Finalmente, el psicólogo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Juan Jiménez, indicó sobre el aspecto sociológico de las redes sociales que “actualmente sí se puede apreciar cómo hay una construcción de una subjetividad digital. Esta es la que muchos presentan para así dar una impresión distinta de la real”, indica el sociólogo.

 

“Claramente este tipo de instancias dejan en claro el tipo de sociedad que tenemos: plástica, superficial, enmascarada y que le urge conseguir cosas materiales y físicas. Hemos sido consumidos, y las redes sociales son un claro ejemplo de ello”, comentó.