El fútbol chileno está de luto. El técnico Orlando Aravena murió a la edad de 81 años tras estar internado en la clínica Cordillera. Un hombre de fútbol, que lamentablemente quedó marcado por dirigir a la selección chilena en el bullado Escándalo de Maracaná, donde el arquero, el "Cóndor" Rojas se cortó la cara en forma adrede en pleno partido para ganar "por secretaria" a Brasil.
Su carrera en ascenso en la década de los 80 quedó truncada por ese hecho. La FIFA le cayó con todo, sancionándolo con cinco años sin poder dirigir a nivel local y un durísimo castigo de no poder nunca más ser DT a nivel internacional. Y Orlando Aravena era inocente.
El culpable, el Cóndor Roberto Rojas, dijo que se apoyó sólo con el kinesiólogo Roberto Koch quien le facilitó un bisturí que se lo pegó a uno de sus guantes, para cortarse arriba de su ceja derecha.
Uno que recordó el legado de Orlando Aravena fue justamente uno de los referentes en esa Roja rumbo al Mundial de Italia 1990: el defensa central Fernando Astengo.
El ex defensor recordó con pena a su ex DT, de quien dijo pagó los platos rotos por culpa de un “psicópata”, apuntando directamente a Roberto Rojas.
“Es complejo valorar su carrera. El final no fue lo que correspondía. Pagó una situación que no debiera haber pagado nunca. Eso marcó su carrera. Era el técnico de la Selección. Pudo haber dirigido afuera. Había jugado una final con Palestino frente a Colo Colo, fuimos subcampeones de América, tuvimos una selección competitiva que la truncó un psicópata”, afirmó el ex defensor.
En ese sentido, Astengo concluyó valorando que “yo me quedo con lo mejor: era súper astuto. Tenía una forma muy particular de trabajar. Le teníamos mucho cariño. Tenía su carácter, pero siempre era cariñoso. Me secaba la frente con una toalla y eso no lo hacía con nadie. Por eso decían que era su hijo. Fue injusto lo que le pasó. Súper injusto. Porque se esmeró”, dijo en La Tercera.