Por Alfredo Peña R.

La Leagues Cup anunció sanciones disciplinarias después de la final disputada el domingo en el Lumen Field, donde Seattle Sounders se impuso 3-0 al Inter Miami.

Más allá del resultado, el protagonismo recayó en un incidente que dio la vuelta al mundo cuando el grosero jugador uruguayo Luis Suárez escupió al jefe de seguridad del estadio y otros jugadores, como Sergio Busquets lanzó un golpe a un jugador de Seattle, incrementando una imagen de villano que tiene el Inter Miami, pues consideran que Inter Miami recibe un obvio favoritismo y tiene mucha influencia en el fútbol estadounidense y de la zona.

Recordar que el vulgar y grosero Luis Súarez mordió, si como usted lee, muerde a sus rivales, VIDEO de abajo...y a sus propios compañeros. Mordió al central del Chelsea, Ivanovic; en un mundial al capitán de Italia Giorgio Cellini y este año a su propio compañero, el español Jordi Alba. Y antes cuando jugaba en el Ajax, mordió a otro rival. Y ahora el vulgar Súarez escupio a un anciano...flor de ejemplo.

El vulgar Súarez es tan infame que en la anterior clasificatoria, cuando jugaba contra Chile y se le fue una pelota, y la atrapó Claudio Bravo, el arquero, con ¡las manos! corrió ente el árbitro para que cobrara penal. Este sujero hace rato está para tratamiento siquiátrico...

El Comité Disciplinario confirmó que el delantero uruguayo fue suspendido por seis partidos, el mínimo que establece el reglamento en estos casos. El informe arbitral señaló que Suárez escupió en la cara a Gene Ramírez, jefe de seguridad de los Sounders. La sanción lo dejaría fuera, al menos, de la próxima edición de la Leagues Cup, siempre que el delantero siga jugando en Norteamérica. La MLS también podría imponer un castigo adicional por lo ocurrido el 31 de agosto.

La decisión tiene otros antecedentes en el fútbol estadounidense, como el de Clint Dempsey en 2015, quien fue suspendido seis partidos en la US Open Cup tras romper la libreta de un árbitro, además de tres juegos adicionales en la MLS.

Suárez no fue el único castigado tras lo sucedido en la final. Busquets recibió dos partidos de suspensión por golpear en la cara al mexicano Obed Vargas. Tomás Avilés, también del Inter Miami, fue suspendido tres partidos por conducta violenta, además de Steven Lenhart, asistente técnico de Seattle, fue sancionado con cinco partidos también por conducta violenta.

Además, todos los involucrados deberán pagar multas económicas, de acuerdo con el reglamento del torneo.