Oh I'm just counting

Bolsonaro se siente ganador: dice que no suavizará su discurso tras triunfo en primera vuelta de Brasil

El candidato de extrema derecha brasileño, Jair Bolsonaro, dijo que mantendrá a una retórica dura en la campaña para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, luego de su sólida victoria en la primera ronda de votaciones que impulsó a los mercados financieros.

“No puedo convertirme en un pequeño Jair ‘Paz y amor’. Sería traicionar quien soy”, dijo Bolsonaro en una entrevista de radio. “Tengo que seguir siendo la misma persona”.

Sus palabras son una crítica velada al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien abandonó su feroz retórica de izquierda para ganar la presidencia en 2002, cuando se calificó como el candidato “Paz y Amor”.

Bolsonaro estuvo cerca de obtener la presidencia el domingo, con el 46 por ciento de los votos contra el 29 por ciento del izquierdista Fernando Haddad, en un importante giro a la derecha del país más grande de América Latina.

La ley brasileña exige un balotaje si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de los votos. La segunda vuelta será el 28 de octubre entre Bolsonaro y Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores.

Algunos partidarios de Bolsonaro le pidieron que moderara su mensaje para asegurar la victoria, pero el exmilitar dijo que se apegaría al tono duro que ha empleado para referirse al crimen y la corrupción, que ha encontrado eco entre los votantes. Muchas personas en Brasil, el quinto país más poblado del mundo, están desilusionadas con los partidos tradicionales.

Reflejando la confianza en que ganará el balotaje, Bolsonaro dijo que ya había iniciado conversaciones con otros legisladores en el Congreso para levantar una coalición de gobierno. La noticia fortalecía las expectativas de reformas rápidas y amigables con el mercado.

El índice bursátil de referencia de Brasil Bovespa escaló en 4 por ciento, liderado por los avances de dos dígitos de la petrolera estatal Petrobras y las compañías eléctricas estatales, que los asesores de Bolsonaro han dicho que privatizarán.

La popularidad de Bolsonaro aumentó porque los brasileños cansados decidieron que es la mejor oportunidad para frenar una ola de delitos violentos y desmantelar lo que los fiscales llaman el mayor esquema de corrupción política del mundo.

Pero un historial de feroz retórica antidemocrática, su postura de que la policía debe matar a tantos criminales como sea posible y su plan para bloquear el aborto y el matrimonio gay han disgustado a muchos votantes.