Edmundo Piraino, gerente de Enap Refinería Aconcagua, negó ante el Ministerio Público -usando una llamativa metáfora- la responsabilidad de la empresa en los episodios recientes de contaminación en Quintero y Puchuncaví.
En su declaración ante el fiscal jefe de Quintero, Mauricio Dünner, el 10 de septiembre, el ejecutivo dijo tener "la convicción" de que la causa de los episodios de contaminación "no se relaciona en absoluto con los trabajos de mantención de los estanques T5104 y T5109 del Terminal Quintero".
Además, considerando que inicialmente se planteó que los compuestos metilcloroformo, nitrobenceno e isobutano originaron la crisis, Piraino aseguró que "en el Terminal Marítimo de Enap no usamos, no generamos ni tenemos esos gases".
Lo anterior fue comprobado a través de los resultados de un monitoreo interno del terminal, informes que ya son parte de la investigación, detalla El Mercurio, que recuerda que esta declaración se dio solo días antes de que la Superintendencia del Medio Ambiente apuntara a la estatal.
Los procesos de limpieza preventiva
El gerente también rechazó la supuesta generación de compuestos derivados de hidrocarburos en la mantención preventiva de los estanques de petróleo, porque si bien es un proceso que "incorpora el uso de aditivos en el proceso inicial de retiro de borras, éste fue llevado a cabo en particular para el Estanque T5109 en junio del 2017".
Piraino agregó que la posterior actividad de retiro de la mezcla de agua con petróleo crudo no ha afectado a los funcionarios en 60 años, y subrayó que "hablar de presencia de hidrocarburos en un terminal petrolero es como hablar de olor a chocolate en una fábrica del mismo", y que los problemas pueden darse en una alta concentración de la sustancia en el aire, lo que no está comprobado en su empresa.
Respecto a los episodios ocurridos el 21 y 22 de agosto, mientras se hacía la limpieza preventiva de los estanques antes mencionados, el gerente informó que las cerca de 40 personas que trabajaron allí sin protecciones para inhibir los gases no se vieron afectadas por los compuestos, por lo que los vecinos a kilómetros de la planta no pudieron sentir los efectos de las sustancias.
Sin embargo, Piraino no estaba al tanto de que funcionarios policiales presentaron los mismos síntomas que la gente del sector al tomar muestras de sedimento en la estatal.
Finalmente, el ejecutivo descartó la responsabilidad de Enap en el último gran episodio de la crisis hasta ese momento, ocurrido el 3 de septiembre, durante el cual la mantención de los estanques cuestionados seguía detenida, "de modo que es imposible que la causa de los fenómenos ocurridos sean esas labores".