Oh I'm just counting

Editorial Cambio21: Malas noticias para una candidata que lleva cuatro años en lo mismo

A 6 meses de la primera vuelta presidencial, la encuesta Cadem trajo sorpresas: José Antonio Kast -candidato de la ultraderecha-alcanzó a Evelyn Matthei -representante de la derecha conservadora de Chile Vamos-, llegando ambos a marcar 17%.

Desde hace semanas que la candidatura Matthei muestra debilidades programáticas, comunicacionales y políticas que no han pasado inadvertidas para la opinión pública. Optó por ser vocera de la derecha dura a lo Trump, por ejemplo, prometiendo tener una nueva cárcel en Copiapó convirtiendo a la capital de Atacama en una zona de sacrificio carcelaria, ha impulsado una campaña para recortar el gasto social, ha hablado de “la motosierra” para disminuir el gasto público en seguridad, salud; se ha rodeado de los rostros del piñerismo en lo económico con lo cual anticipa el retorno de figuras añejas, lo que significa el retorno del piñerismo al poder con los ex ministros que fracasaron entre 2018-2022.

En lo político, Matthei se ha equivocado innumerables veces estos últimos meses. Ante el fracaso de las primarias con Kast y Kaiser, se embarcó en promover una primaria trucha con Chahúan, Cruz Coke, Carter y Checho Hirane que finalmente no se realizó, pero que mostró su ausencia de “muñeca política”; calificó las violaciones a los derechos humanos entre 1973 y 1975 como “inevitables” y producto de una guerra civil, visión que no se condice con la verdad histórica y el Informe Rettig; ha insistido en cuestionar la alianza público-privada entre Codelco y SQM para desarrollar la producción de litio, dando una confusa señal económica cuestionando la cooperación entre actores público y mundo privado.

Estos errores políticos han sido la constante de la campaña de Matthei desde que dejó su rol de alcaldesa de Providencia revelando que es una candidata plagada de debilidades políticas, comunicacionales y técnicas.

Desechó la opción de diferenciarse de la ultraderecha -como se lo sugirieron asesores alemanes-; optó por ser una figura política polarizadora,odiosa y descalificadora como los candidatos Kast y Kaiser y en ese escenario al final el electorado termina prefiriendo la versión original y no la copia.

Matthei en las encuestas ha perdido intención de voto, desde que dejó de ser alcaldesa, en Cadem ha perdido -9% y Kast desde enero ha subido 8%. Claramente en el mundo de los analistas se instalará la pregunta de que ¿candidata alcanzada es candidata superada?, porque pareciera que las opciones presidenciales de Kast empiezan a crecer.

Adicionalmente en las últimas semanas ha sufrido el ataque desde la misma derecha con la candidatura Parisi que marcó en 2021 12% y que ahora se empieza a perfilar en las encuestas en torno a 4%.

Aunque hay entre un 30% al 50% de electores sin decisión aún en lo presidencial, este panorama muestra un país que está girando hacia la narrativa de la derecha donde lo principal es la seguridad en los barrios y el crecimiento económico con equidad social junto a los temas de mejor salud y educación que podría considerarse parte de la agenda progresista; por tanto, hay un sector importante del electorado del voto obligatorio que probablemente votó en 2021 por actual gobierno y que hoy se siente decepcionado por su mala gestión en seguridad y para 2025 tiene mayor disposición de votar por la ultraderecha -prioritariamente Kast y en reemplazo Kaiser-.

Estas preferencias presidenciales instaladas hoy en la sociedad chilena muestran que las posibilidades para la centroizquierda democrática son menores y su última posibilidad de convertirse en movimiento competitivo es que en las primarias del 29 de junio movilice a más de 2,0 millones de electores y triunfe la candidata socialdemócrata Carolina Tohá y no las candidaturas más ligadas al gobierno como Jara y Winter, que sufren esta semana el impacto de las redes de corrupción asociadas a la fundación Procultura.

Este sector, además, tiene la problemática de que hay 2 candidaturas independientes que corren por fuera como las de MEO y Mayne-Nichols que en conjunto empiezan a mostrar apoyos de alrededor de 10% en las encuestas, lo que afecta directamente a la candidatura Tohá y su posibilidad de pasar a segunda vuelta en noviembre.
Claramente con un importante porcentaje de electores aún sin definición presidencial ni parlamentaria, la elección de noviembre es una carrera aún muy abierta y competitiva y este empate entre Matthei y Kast revela que la opción de la derecha tradicional empieza a debilitarse y que se definirá voto a voto en primera vuelta.